Turquía

Europa presenta la tasa de tabaquismo en adultos más alta del mundo

Actualmente se estima que el 28 por ciento de los adultos europeos sigue fumando, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reconoce que se trata de la región con la mayor tasa de tabaquismo en este segmento de la población. Así se desprende los datos presentados durante la Conferencia Ministerial para la Prevención y Control de Enfermedades no Transmisibles celebrada estos días en Ashgabat (Turkmenistán), donde los 53 Estados miembros de la región europea de la OMS se han comprometido a acelerar sus esfuerzos para aplicar el Convenio Marco para el Control del Tabaco de este organismo de Naciones Unidas, destinado a reducir su consumo.

Además, aunque la región europea sólo representa al 14 por ciento de la población mundial, representa una parte desproporcionada de muertes relacionadas con el tabaco a nivel mundial, ya que uno de cada cuatro fallecimientos a nivel mundial se dan en Europa. Hasta ahora, las actividades para controlar el tabaquismo se ha centrado en los impuestos, los precios y la reducción de la demanda, mediante el apoyo a la deshabituación tabáquica, la inclusión de advertencias en las cajetillas o la prohibición de fumar en lugares públicos.

Pero el siguiente paso, según han acordado, es abordar la oferta y la demanda desde una desnormalización del tabaquismo. En este punto, hay tres países que están liderando esta lucha en Europa y se han propuesto reducir el consumo del tabaco a menos del 5 por ciento de la población adulta: Irlanda para 2025, Reino Unido para 2034 y Finlandia para 2040 (a través de reducciones anuales del 10%). También se han valorado las medidas de control que pueden utilizarse para reducir la mortalidad en patologías asociadas al consumo del tabaco, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas.

En este punto han destacado el avance que ha logrado España, que tan sólo unos meses después de prohibir fumar en lugares públicos logró reducir un 30 por ciento las hospitalizaciones por infarto de miocardio, mientras que en Turquía se redujo hasta un 34 por ciento. Según ha reconocido la directora regional de la OMS para Europa, Zsuzsanna Jakab, la región "aún tiene un largo camino por recorrer"para implementar estas medidas a pesar de que algunos países han dado "pasos valientes"y otros están comenzarlo a darlos. "La evidencia sobre la eficacia de estas políticas es abrumadora, pero necesitamos voluntad política", ha defendido.