París

Francia condena al certificador alemán de implantes de mama PIP defectuosos

La justicia francesa consideró hoy responsable civil de los defectos de los implantes de mama PIP a la compañía alemana TUV, encargada de su certificación, al considerar que no cumplió sus obligaciones de control de calidad y la condenó a pagar indemnizaciones. El Tribunal de Comercio de Tolón condenó a TUV a pagar una indemnización a las más de 1.600 pacientes víctimas de los implantes de Poly Implant Prothèse (PIP) que se habían constituido en acusación, así como a seis distribuidores en Brasil, Bulgaria, Italia, México, Siria y Rumanía.

En concreto, insta a la compañía a establecer una provisión de 3.000 euros por cada mujer, en espera de peritajes individuales.

Las interesadas habían reclamado cada una 16.000 euros en concepto de perjuicio moral, entre otras cosas por la ansiedad generada por la posibilidad de que los implantes que llevan en su cuerpo se rompan. A los 25 millones de euros que suponen esas exigencias se suman los 28 millones solicitados por los importadores.

Afectadas y empresas importadoras habían demandado a la firma alemana al estimar que limitó sus inspecciones a un control de los documentos de las PIP, sin verificar los productos, y eso permitió el fraude. Las prótesis defectuosas del fabricante francés PIP fueron implantadas a unas 80.000 mujeres en todo el mundo hasta su prohibición en 2010.

En el juicio penal que se celebró en Marsella la primavera pasada, que quedó visto para sentencia el 17 de mayo, la Fiscalía pidió allí cuatro años de cárcel para el fundador y presidente del grupo fabricante, Jean-Claude Mas, por haber utilizado un gel no autorizado que plantea riesgos para las mujeres. El Ministerio Público también reclamó para Mas una multa de 100.000 euros e inhabilitación de por vida. Las autoridades sanitarias francesas han aconsejado a las mujeres que retiren los implantes de silicona de manera preventiva por el alto riesgo de ruptura, algo que ya han hecho más de la mitad de sus usuarias.