Turín

Terapias no autorizadas enfrentan a los italianos

La Razón
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Existen casos extremos en los que el llanto de una madre puede revolucionar el panorama político y sanitario de un país como Italia, donde el empuje mediático obligó al ministro de Sanidad, Renato Balduzzi, a permitir que un niño siguiera recibiendo un tratamiento con células madre no autorizado en este país. Sofía es la menor que, sin quererlo, ha desatado la polémica, ya que con sólo un año y medio le diagnosticaron una enfermedad neurodegenerativa. Sólo encontró remedio en las células madre que la Fundación Stamina, en Turín (Italia), le suministraba gratuitamente en forma de infusiones. Pero su caso no es el único, en la Fundación tratan a 29 pacientes más, en su mayoría son menores. Los científicos han puesto en tela de juicio esta metodología, ya que en este centro se suministran células madre sin base científica a cualquier tipo de dolencia. Es más, los «ensayos» que realizan no los notifican a las autoridades sanitarias. La queja de los investigadores y de otros ámbitos de la sociedad han obligado al Gobierno a exigir a la Fundación que no admita nuevos pacientes, pero no ha podido suspender los tratamientos. Así la pequeña Sofía sigue tomando sus infusiones.