Desaparición de Maddie

Scotland Yard cerca al secuestrador de Madeleine

1.000 llamadas recibidas en menos de 24 horas. Se ofrece una recompensa de más de 23.600 euros para el que aporte datos reveladores

Un hombre con una niña en brazos fue el primer sospechoso, que más tarde se descartó
Un hombre con una niña en brazos fue el primer sospechoso, que más tarde se descartólarazon

Casi siete años después de la desaparición de Madeleine McCann, Scotland Yard podría estar más cerca que nunca de resolver el caso. Más de 1.000 personas se pusieron en contacto ayer con la Policía Metropolitana después de que la BBC emitiera un programa dedicado a la pequeña que, de seguir hoy con vida, tendría 10 años. El espacio, «Crimewatch», fue anunciado a bombo y platillo durante días, pero, tal y como reconoció el inspector jefe Andy Redwood, jamás pensaron que la respuesta ciudadana podría ser «tan abrumadora». «Estamos muy satisfechos con la respuesta », dijo Redwood. «Madeleine es el centro de todo lo que hacemos y voy a seguir informando a la familia McCann a medida que se reciba información», puntualizó el detective.

El protagonismo durante toda la noche del lunes fue para dos retratos robot de un hombre blanco de entre 20 y 40 años que se ha convertido en el principal sospecho del caso más mediático de todos los tiempos en Reino Unido y en todo el mundo. Durante estos últimos años, siempre se había apuntado como autor del secuestro a un hombre al que se vio sobre las 21:15 horas de aquel fatídico 3 de mayo de 2007, pero Redwood señaló, durante el programa de televisión, que el individuo era un padre con su hija, por lo que la línea de la investigación ha cambiado radicalmente. La persona que está ahora en el punto de mira fue vista sobre las 22:00 con una menor en brazos muy parecida a Madeleine. Es decir, la niña pudo haber desaparecido tan sólo minutos antes de que su madre, Kate McCann, fuera a cerciorarse de que sus pequeños estaban bien mientras cenaban con su marido y un grupo de amigos en el bar Tapas del complejo turístico Ocean Club donde se encontraban, en el Algarve portugués, situado a tan sólo 50 metros de la habitación donde estaba Maddie.

Como a este individuo le escucharon hablando alemán, el programa de la BBC también se emitió el lunes por la noche en Alemania y Holanda, países a los que ayer se desplazó el inspector jefe de Scotland Yard para entrevistarse con potenciales testigos. Se ha ofrecido una recompensa de más de 23.600 euros para cualquier persona que aporte datos reveladores sobre esta pesquisa. Es más, ya hay varias que han coincidido en el nombre del principal sospechoso. La Policía británica tampoco descarta que el secuestro esté relacionado con una serie de robos efectuados en el Algarve, cuyos autores jamás fueron detenidos o, incluso, con unas personas que en la tarde de la desaparición estuvieron merodeando por la zona recaudando fondos para supuestas obras de beneficencia. En total, fueron seis los retratos robot que se dieron a conocer de los 41 sospechosos, entre ellos 15 británicos, con los que trabajan los detectives. La lista fue elaborada tras haber entrevistado a más de 400 personas y acceder a todas las llamadas telefónicas realizadas entre el 28 de abril y el 3 de mayo de 2007 por las personas que se encontraban en Ocean Club, algo que tampoco se había realizado hasta ahora. Tras estudiar más de 39.000 documentos relacionados con el caso, los agentes no descartan que la pequeña siga con vida.

La Policía portuguesa cerró el caso en 2008 sin llegar a ninguna conclusión. Todos los sospechosos, incluidos los padres de la pequeña, quedaron en libertad sin cargos. Pero, tras las súplicas de los McCann al primer ministro británico, David Cameron, Scotland Yard reabrió el caso el pasado mes de junio. Los padres de la pequeña aseguran que están más esperanzados que nunca. Según las estadísticas, cuanto más pequeño es el menor que desaparece, más probabilidades hay que encontrarle pasados los años.

La teoría del maltrato, a juicio

En Portugal, los ex compañeros de Gonzalo Amaral, el detective que estuvo al frente de la investigación lusa y que luego fue destituido, han acudido como testigos al juicio que se celebra para saber si éste es culpable de dilación tras publicar su libro. En «La verdad de la mentira» acusa a los McCann de ser los culpables de deshacerse del cuerpo de la niña tras sufrir un accidente. Por su parte, Luis Neves, responsable de la unidad de crimen organizado y secuestros de la Policía lusa, va más lejos y asegura que fueron sus colegas británicos quienes primero desarrollaron la teoría, por lo que ahora no entiende por qué reabren el caso y hablan de secuestro. Según el «Daily Mail», su versión coincide con la correspondencia diplomática enviada por el embajador de Estados Unidos en Portugal, Al Hoffman.