Acoso escolar
Se disparan los casos de acoso escolar a menores de 7 años
Un informe alerta además de la escalada en la gravedad de las agresiones y las amenazas presenciales en el entorno de las aulas.
Un informe alerta además de la escalada en la gravedad de las agresiones y las amenazas presenciales en el entorno de las aulas.
Tener unos kilos de más, llevar gafas, lucir un color de piel determinado o, directamente, ser diferente. Estos serían algunos de los motivos que aducen los acosadores a la hora de ejercer «bullying» sobre sus víctimas. Un problema que está lejos de atenuarse. De ello da fe el «II Estudio sobre acoso y ciberbullying según los afectados», realizado por la Fundación Anar con el apoyo de la Fundación Mutua Madrileña. Anar ha analizado los casos atendidos por su Teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes (900 20 20 10) a lo largo de 2016. ¿Resultado? Los casos de acoso escolar atendidos aumentaron un 87,7%, hasta llegar a los 1.207, con respecto al año anterior. Uno de cada cuatro es «ciberbullying»: se acosa al menor no de forma presencial, sino a través de las nuevas tecnologías –redes sociales y WhatsApp, principalmente–, lo cual puede ser incluso más hiriente y sostenido en el tiempo. Precisamente, el tiempo es uno de los grandes enemigos de las víctimas: tardan 13 meses en denunciar los hechos, bien a sus padres, bien a servicios como Anar. Tres de cada cuatro lo padecen a diario.
¿Por qué tanta espera ante tal tormento? «Sienten miedo y vergüenza ante las reacciones. Creen que pueden quedar más aislados en el colegio. También porque les cuesta comunicarse con sus padres, o porque no quieren generarles un problema extra», explicó Benjamín Ballesteros, director de Programas de la Fundación Anar.
Más que aumentar este fenómeno, el informe apunta a que casos que ya se producían salen ahora más a la luz debido a una mayor sensibilidad social. «¿Se han vuelto más agresivos los menores? No. Es más, creemos que el aumento es positivo: no es que haya más casos, sino que ahora tienen una mayor visibilidad. Los niños los denuncian más y piden más ayuda», aseguró Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña.
La edad media de las víctimas es de 10,9 años, mientras que la del agresor es de 11. Sin embargo, aumentan de forma alarmante los alumnos de Primaria envueltos en el fenómeno del «bullying»: un 14,2% de los agredidos y un 15,7% de los agresores tiene siete años o menos. Por sexos, lo sufren un 48,9% de niñas y un 51,1%, niños, mientras que lo ejercen un 55,7% de varones, un 25,7% de chicas y un 18,6% «mixto» –un grupo de acosadores con miembros de ambos géneros–.
El «ciberbullying» ha supuesto que el acoso «ya no se limite al patio del colegio. Es de 24 horas al día, no conoce límites y ni siquiera respeta el refugio del hogar», argumentó Cooklin. En este caso, suben las edades medias hasta los 13 años, más que nada porque es cuando los menores empiezan a usar móviles. En el caso del acoso «presencial», los insultos –71% de los casos–, los golpes y patadas (51,5%) y el aislamiento (29,7%) eran los principales métodos; en la era de las nuevas tecnologías, los acosadores optan por los insultos o palabras ofensivas (52,1%), las amenazas (22,3%) y las fotos o vídeos comprometidos (20,2%). Es más, según alerta Anar, un 3,2% opta incluso por «hackear» las cuentas de redes sociales de sus víctimas. En total, la Fundación ha puesto un 20% de todos estos casos en conocimiento de la Policía.
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