Opinión

Son perros, no personas

Aunque se empeñe la ley, no podemos pretender que nos entiendan como personas que no son

Niños pequeños jugando con perros en un parque
Niños pequeños jugando con perros en el parque de la ciudad.Dreamstime

Los perros no son personas. Ni aunque se empeñe la ley. Y pretender tratarlos como tales puede ocasionar más de un disgusto. Hace muchos años, mis padres tenían un Montaña del Pirineo, un perro grandísimo y buenísimo, que solía jugar a escaparse. Cuando sucedía, mi madre salía refunfuñando a buscarlo y no paraba hasta encontrarlo.

Entonces lo montaba en el coche, lo reprendía con cariño y se lo llevaba de nuevo a casa. Un día, al subirlo en el asiento de atrás y mientras le iba sermoneando el perro gruñó un poco. Mi madre se extrañó porque era más santo que los canonizados y jamás enseñaba los dientes, pero no le hizo caso. Al llegar a casa lo subió a su dormitorio. No pensó en los gérmenes, ni tampoco en que podría haberse equivocado. Uno no confunde a un niño. Ni tampoco a un perro. Pero estos eran como dos gotas de agua. Blancos, inmensos y con la misma mirada bobalicona.

El perro, aterrado al encontrarse en un espacio desconocido empezó gruñir, pero ahora ya no flojito sino de una manera amenazadora que daba miedo… Mi madre insistió y al tratar de acercársele, el perro hizo amago de tirarse a morderla. Si tal cosa llega a suceder, podría haberla matado. Como a esa otra mujer de 67 años que el pasado viernes fue atacada por un pitbull abandonado, al que ella había recogido. Acabó en el Hospital La Fe de Valencia a causa de las graves mordeduras del animal, que le ocasionaron la muerte. Los perros son perros. No personas. Hay que quererlos y respetarlos como los perros que son y no pretender que nos entiendan como las personas que no son…