Software

Un simulador garantizará que los edificios son accesibles para los discapacitados

De izquierda a derecha, Carlos Fernández, Juan Manuel Corchado y Dolores García
De izquierda a derecha, Carlos Fernández, Juan Manuel Corchado y Dolores Garcíalarazon

La Universidad de Salamanca ha trabajado en una tecnología en 3D que permite comprobar si un entorno laboral va a ser accesible y seguro para personas con discapacidad incluso antes de que construya el edificio que debe albergarlo. Este simulador, que se ha desarrollado gracias a la colaboración entre el grupo de investigación BISITE y la empresa Indra, se trasladará ahora a la nube para que esté accesible simplemente conectándose a internet, una nueva fase que es posible gracias a un convenio suscrito entre la empresa, la institución académica y la Fundación Adecco.

La iniciativa, denominada MOVI-CLOUD, se enmarca dentro de la Cátedra de Investigación en Tecnologías Accesibles de la Universidad de Salamanca. El vicerrector de Investigación y Transferencia de la institución académica, Juan Manuel Corchado, aclaró en declaraciones recogidas por DiCYT que los proyectos que financia Indra son seleccionados por su interés social y su tecnología. En este caso, el acuerdo es válido por un año, está valorado en 30.000 euros y permite mantener seis becas para investigadores que junto a otros profesionales de la universidad se encargarán de desarrollar el proyecto.

En concreto, se trata de una plataforma de cloud computing basada en sistemas multiagentes, un modelo que permite simular de forma virtual las necesidades de puestos de trabajo de personas con discapacidad en diversas vertientes, desde cómo deben ser los sistemas de evacuación y las alarmas a cómo debe organizarse una oficina. Al levantar el edificio en un entorno 3D se pueden identificar los posibles problemas y solucionarlos a tiempo.

Carlos Fernández, director de Relaciones con las Universidades de Indra cuenta con más de 20 cátedras, algunas de ellas dedicadas a temas concretos como el espacio, la seguridad o la salud; mientras que varias de ellas apuestan por las tecnologías de ayuda a las personas con discapacidad. La responsabilidad social corporativa en Indra se dirige sobre todo a proyectos de I+D+i que puedan ser útiles. En este sentido, al margen de que el proyecto pueda dar lugar a publicaciones científicas, el gran objetivo es ponerlo a disposición de forma libre y gratuita de cualquier empresa o particular que pueda estar interesado, por ejemplo, un arquitecto que desea tener en cuenta las necesidades de trabajadores con discapacidad a la hora de diseñar un edificio.

En el centro de desarrollo que la compañía tiene en el Edificio M2 del Parque Científico de la Universidad de Salamanca trabajan más de 200 personas, que no sólo se dedican a producir, sino también a los proyectos de I+D de la compañía, según ha indicado el representante de la compañía.

Por su parte, Dolores García, directora financiera de la Fundación Adecco, ha asegurado que uno de los pilares de su organización es el apoyo a la I+D+i para mejorar la vida de las personas con discapacidad, ya que las tecnologías accesibles les acercan el empleo.

Más información en Dicyt