España

Tiempo de silencio

La Razón
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El TC no tiene ninguna limitación de tiempo para pronunciarse.

Se podría decir, sin miedo a cometer un error, que legislar «es fácil». Incluso «rápido». A cualquier partido político que hace una promesa electoral –y si gana unas elecciones– le resulta relativamente sencillo convocar un Consejo de Ministros y aprobar cualquier tipo de normativa. En general, los trámites parlamentarios posteriores no suelen ser un problema para aquellos que gobiernan con mayorías holgadas.

Sin embargo, declarar constitucional o no cualquier tipo de norma es un proceso más «difícil». Más «lento». El Tribunal Constitucional no tiene ninguna limitación de tiempo para pronunciarse. Y su historia está plagada de casos que acumulan retrasos de más de una década. El más extenso quizás, el recurso de inconstitucionalidad de 1998 contra la ley del deporte del País Vasco, que atribuía a las federaciones vascas la representación exclusiva «en los ámbitos nacional e internacional”». Duró 14 años.

Esta asimetría en los procesos de decisiones es, sin duda, una debilidad manifiesta de nuestro sistema legislativo. Y cuando la ley cuestionada es polémica, debemos plantearnos sí esta lentitud sobre el control de las leyes revela como ineficiente la actividad del Tribunal en su defensa de la Constitución.

El hecho de que los procesos de control sobre los legisladores de cualquier tipo en España sean largos y tediosos es un elemento más a su favor a la hora de hacer realidad sus promesas electorales. Sea cual sea la resolución del Constitucional, ésta quedará diluida en el tiempo. Porque es el propio Tribunal el que garantiza que una ley es válida hasta que él mismo dictamine lo contrario.

En el caso concreto de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, el PP, en aquel momento en la oposición, presentó un recurso de inconstitucionalidad el 1 de junio de 2010. La ley, aprobada por el Gobierno socialista de entonces, está vigente desde el 5 de julio de 2010. Es decir, tiene cuatro años, siete meses y 19 días de vida. «Tiempo de silencio» del Tribunal Constitucional. ¿Se acabará pronto este «tiempo de silencio”? 2015 es un año electoral clave. Tenemos por delante elecciones municipales, autonómicas y generales. Habrá que estar atentos, pero, si nos regimos por experiencias anteriores en leyes de similar calado social, es poco probable que se fije una fecha en breve para la resolución del recurso en el orden del día del Alto Tribual, para su votación y fallo.