Sociedad
Un gato atemoriza a todo un pueblo
Los vecinos de la pequeña localidad británica de Little Treviscoe viven atemorizados por un gato, que ha protagonizado varios ataques que han acabado con algún vecino en el hospital.
Shiny, conocido en la localidad como el "gato demonio", ha sido denunciado cinco veces ante la Policía por su comportamiento violento. A pesar de su imagen de animal tranquilo, los lugareños indican que la mascota persigue a los niños, se pelea con perros e, incluso, irrumpe en las casas para arañar a los inquilinos.
El pánico se ha extendido de tal manera que los vecinos han tomado medidas extraordinarias: se aseguran de tener puertas y ventanas bien cerradas y se arman con mangueras y tazas de te cada vez que le ven merodeando cerca de sus viviendas. La Policía se siente impotente porque, dice, que no puede actuar contra el animal porque las leyes que combaten a los perros peligrosos no se pueden aplicar a los gatos.
Los propietarios de Shiny dicen que están tratando de modificar su comportamiento. El animal ha sido castrado y visita a un psicólogo de animales.
En cambio, los vecinos no se creen nada. Paula Burton, de 42 años, tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital el pasado mes de julio, después de que el gato le arañara los brazos y las piernas. Burton se enfrentó a él y logró frenarlo, pero contusiones y cortes que requirieron la ingesta de antibióticos. "Estaba molestando a mi gato y de pronto saltó hacia mí y empezó a atacarme. "Él estaba colgado de mi brazo por sus garras. Finalmente se soltó y huyó, pero tuve que ir al hospital porque el brazo se me hinchó bastante. Me encantan los gatos y nunca me había quejado por uno, pero este está fuera de control", confesó a "The Telegragh".
"Fue aterrador"
Carol Ballsdon es hija de otra de las víctimas de Shiny. El gato atacó a su madre, de 90 años: "Tenía un arañazo que le bajaba por el brazo, que le impedía moverse y la hemos tenido que vestir durante tres semanas. Además, con los dientes le hizo dos heridas profundas en la parte posterior de la pierna. Shirley Wade, de 72 años, recuerda que "estaba rascando en la puerta. Abrí la puerta para ahuyentarlo y se abalanzó sobre mí y me tirón contra la pared. Mi hija me oyó gritar y nos las arreglamos para conseguir que se alejara pero fue aterrador".
Como la Policía no puede hacer nada, los vecinos están tomando medidas extremas. Julia Terry, de 43 años, indica que "ha atacado dos veces a mi gato y se me enganchó en el brazo. Tuve que tirarle té caliente encima, porque era la única manera de que me soltara".
Los ataques de Shiny también han dejado secuelas económicas a los habitantes del pueblo. Sus enfrentamientos con otros animales, ha obligado a sus dueños a pagar costosas facturas del veterinario. Helen, una cuidadora de 34 años, está muy nerviosa con la situación: "Ese gato es como un demonio. "Hemos puesto una valla y una puerta en nuestr jardín delantero para tratar de detenerlo, pero persiste. Hay que cambiar las leyes para que se apliquen las mismas reglas que a los perros"
Terapia
Mandie y Adrián Knowles, propietarios del felino, viven en el pueblo con sus tres hijos y no entienden el revuelo que se ha generado. Mandie sabe que la gente tiene problemas con Shiny. en ocasiones era agresivo, pero desde que le castramos no se ha comportado de manera violenta. Nunca hemos tenido ningún problema con nuestros tres hijos". "Los vecinos deben haber hecho algo para que él actúe de esa manera. Shiny no les ataca si no le provocan", añadió. Adrian, por su parte, indicó que han seguido los consejos de un psicólogo de animales. "Esta situación es muy injusta para Shiny. Si realmente pensáramos que está atacando a gente inocente o a niños lo habríamos sacrificado", concluyó
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