Vacunas
Una jueza apoya a la guardería que rechazó a un niño sin vacunar
Los padres «olvidan los derechos de los demás», incluido «el derecho a la salud del resto de niños», según la magistrada
Los padres «olvidan los derechos de los demás», incluido «el derecho a la salud del resto de niños», según la magistrada.
Una jueza avala la decisión del Ayuntamiento de la comarca barcelonesa del Maresme que se negó a matricular en la guardería municipal a un niño que no estaba vacunado porque se trata de «una opción minoritaria que pretende sobrepasar al derecho a la salud del resto de niños y sus familias». La magistrada del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 16 de Barcelona, Laura Mestres Estruch, emitió el pasado 8 de enero una sentencia, avanzada por Efe, en la que defiende que, al querer matricular al hijo no vacunado, los padres «olvidan los derechos de los demás, ya que entienden que su derecho a asistir a una guardería es superior al derecho a la salud del resto de niños». La sentencia surge tras la denuncia interpuesta el pasado 31 de mayo por la familia del menor contra el Ayuntamiento de la localidad del Maresme al negar la matrícula a su hijo en la guardería municipal porque no estaba vacunado.
En la demanda, los padres apelaron al derecho de libertad ideológica al decidir no vacunar a su hijo argumentando que debía ser respetado mediante la neutralidad de las decisiones de la Administración en materia de religiones, credos y creencias, explicó el abogado Dídac Coll, que defendió los intereses del ayuntamiento. Al respecto, la magistrada sentencia que «no existe indicio de vulneración de libertad ideológica», dado que a la familia «no se le ha obligado en ningún momento a vacunar a su hijo, lo que sí es obligatorio con régimen sancionador en países de nuestro entorno». Añade la magistrada que las personas que no vacunan «a su vez aprovechan los efectos de la protección grupal que se fundamenta en que el 95% de la población está inmunizada gracias al cumplimiento del calendario vacunal».
En el juicio, el ayuntamiento contó con el testimonio del jefe de pediatría del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, Carlos Rodrigo, que explicó que la guardería «es un lugar de riesgo donde se pueden contraer determinadas infecciones propias de la condición de los niños, que son muy pequeños y están en proceso de vacunación, por lo que son más vulnerables», según el abogado. Durante el juicio, los padres demandantes explicaron que «los perjuicios de vacunar al menor superan a los beneficios». El pediatra, que según la sentencia es «uno de los mayores expertos en vacunación de nuestro entorno», refutó los argumentos presentados por los padres y explicó que «ninguna institución pública, gobierno, administración pública, ni comité o sociedad científica o del ámbito de la salud de reconocido prestigio apoya la tesis de los antivacunas, sino todo lo contrario». Por su parte, la familia defendió que la normativa de la guardería municipal solicitaba la presentación de la cartilla vacunal sin precisar que debía estar al día. La sentencia recoge que la cartilla presentada «estaba en blanco», lo que «supone una reducción al absurdo del sentido de la normal».
Uno de los 10 retos de la OMS
En este sentido, ayer la OMS anunció 10 metas en materia sanitaria para 2019 y una de ellas es la vacunación, «que es una de las formas más rentables de evitar la enfermedad: actualmente previene de dos a tres millones de muertes al año y podrían evitarse otros 1,5 millones de mejorarse la cobertura mundial».
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