Sucesos
Una mujer de 70 años "resucita"tres días después de morir
Antes de se incinerada, el marido la limpió la cara con una franela húmeda y comprobó que respiraba levemente y que movía los ojos
Phinij Sopajorn, de 70 años, sufría un problema de tiroides y los médicos decretaron su muerte el pasado 20 de octubre. Tres días después, antes de ser incinerada, su marido se dio cuenta de que aun respiraba.
Phinij Sopajorn, de 70 años, sufría hipotiroidismo y los médicos decretaron su muerte en un hospital tailandés el pasado 20 de octubre. El médico permitió que la familia se llevara su cuerpo para celebrar un funeral budista. Durante tres días, la fallecida permaneció en un ataúd frío en el templo local, informa "The Sun". Pasado ese tiempo, comenzaron los preparativos para la ceremonia previa a su cremación. El ataúd fue descargado del coche fúnebre y trasladado al lugar en el que esperaban sus seres queridos. Momentos antes de la incineración, su marido Thawin Sopajorn, de 73 años, comenzó el tradicional lavado de cara del cadáver con un paño de franela húmedo. Thawin se extrañó de que a pesar de haber pasado tres días, el cuerpo de su mujer no estaba rígido. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que su esposa respiraba suavemente y que sus ojos se movían. Rápidamente dio la voz de alarma y le realizó las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Después, la trasladaron a su casa junto a un ventilador y le comenzaron a echar agua caliente en el pecho para elevar la temperatura de su cuerpo.
La llevaron a su casa y la tendieron junto a un ventilador cálido con botellas de agua caliente en el pecho para elevar la temperatura de su cuerpo.
Según declaró Thawin, "Cuando el pasado domingo dejó de respirar, la metimos en el ataúd y pensé que era extraño que su cuerpo no estuviera rígido. La bañé y su cuerpo aún se movía. Luego, durante el funeral, fui la última persona en tocarla antes de la cremación. Deseé que viviera una próxima vida feliz y luego vi que sus ojos comenzaron a moverse. Estoy muy contento de haber tenido razón cuando dije que estaba viva. Le di un abrazo y llamé a mis hijos, pero pensaron que estaba teniendo alucinaciones". "Al final tuvieron que creerme porque mi nuera es médico y verificó y confirmó que estaba viva, aunque con el pulso muy débil", añadió. Los servicios de emergencias confirmaron que la mujer respiraba y tenía pulso pero que no respondía ni podía hablar.
El marido agregó: "La situación de mi esposa es grave y no creo que pueda curarse. Pero todavía estaba viva y no era su momento de morir. Si hubiera sido mientras estaba viva, habría sido terrible. ¿Cómo podríamos permitir eso? Estoy muy agradecido de haber notado que mi esposa todavía estaba viva. Continuaremos cuidando de ella hasta que fallezca".
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