Historias
El único superviviente del vuelo de Air India sigue en el hospital tres meses después: “Me siento terrible por no haber salvado a mi hermano”
Un accidente aéreo deja 260 muertos y un único superviviente, mientras familias denuncian caos en la gestión de víctimas
El vuelo AI171 de Air India, un Boeing 787-8 Dreamliner con destino Londres, se estrelló el 12 de junio poco después del despegue desde Ahmedabad, provocando la muerte de 260 personas: 229 pasajeros, 12 tripulantes y 19 personas en tierra. Solo Vishwash Kumar Ramesh, ciudadano británico de 40 años, logró sobrevivir.
Ramesh, que ocupaba el asiento 11A junto a una salida de emergencia, salió por sus propios medios de los restos del avión, pero perdió a su hermano Ajay Kumar en el accidente. Su familia relata que su estado psicológico es delicado, con pesadillas y un fuerte sentimiento de culpa por ser el único superviviente.
El primer informe de la Oficina de Investigación de Accidentes de Aviones de la India (AAIB) señaló que los interruptores de control de combustible se apagaron abruptamente tres segundos después del despegue, provocando la pérdida de potencia. La grabadora de cabina registró un diálogo entre los pilotos que añade incertidumbre, y la AAIB advierte que aún es prematuro sacar conclusiones.
Caos en la gestión de víctimas
Las familias han denunciado errores en la identificación y entrega de restos, con féretros mal etiquetados o mezclados, e incluso desapariciones inexplicables. “No solo perdimos a nuestros familiares, sino que sus restos fueron maltratados y perdidos sin explicación”, denuncian algunos allegados.
Air India y su matriz Tata Sons han ofrecido indemnizaciones de hasta 98.000 euros por víctima, además de pagos provisionales, aunque muchos consideran insuficiente este gesto frente al daño emocional y la falta de transparencia en la gestión post-accidente.
Ramesh permanece hospitalizado en India, con lesiones en pecho, ojos y pies, y sigue sin poder regresar a Reino Unido. Su esposa señala que el trauma psicológico es mucho más grave que las heridas físicas, y que el proceso de recuperación será largo.
Familiares y abogados exigen transparencia, rendición de cuentas y nuevas investigaciones para aclarar las causas y la gestión del accidente. “No pedimos compasión, sino acción y claridad”, aseguran en misiva enviada al Gobierno británico.
La tragedia del vuelo AI171 mantiene abierto un doble frente: la investigación técnica y la necesidad de apoyo y justicia para las víctimas y sus allegados. Mientras tanto, el único superviviente continúa enfrentando las secuelas físicas y emocionales de aquel día.