Caso Bretón
Vigilados cada dos horas en su celda
Durante el encuentro con su letrados, ni Rosario ni Alfonso «se derrumbaron»
La presencia permanente de un «interno sombra» no es la única medida penitenciaria a la que están sometidos Rosario Porto y Alfonso Basterra, ambos ingresados en la prisión de Teixeiro (La Coruña) desde el pasado viernes después de que el juez decretara prisión incomunicada y sin fianza. A ambos se les aplicó el protocolo de prevención de suicidios, lo que implica una serie de normas de seguridad indispensables. Tanto Basterra, que se encuentra en el módulo de enfermería –algo habitual en los presos sujetos al protocolo–, como Porto, ingresada en el módulo 10 –donde se alojan las mujeres–, son vigilados en sus celdas cada dos horas por los funcionarios de prisiones, que tienen que comprobar que ambos se encuentran en buen estado. A esto hay que sumar la compañía, durante las 24 horas del día, de un preso –una reclusa, en el caso de Porto– que vela por que los detenidos no sufran ningún daño. Del mismo modo, los padres de Asunta reciben con asiduidad las visitas tanto del médico como del psicólogo de la prisión. El primero está acudiendo a diario, a última hora de la tarde, y somete a ambos a un breve reconocimiento. Algo similar ocurre con los psicólogos, pendientes de su estado, y que, llegado el caso, pueden aplicarles medicación.
En cuanto al estado anímico de los imputados, José Luis Gutiérrez Aranguren, abogado de Rosario Porto tras la renuncia de su anterior letrado, explicó ayer que su defendida se encuentra muy abatida. «Llorando», afirmó a los medios, tras permanecer más de tres horas reunido con ella. Con todo, algunos de los presentes durante el ingreso de la ex pareja aseguraron a este diario que «no se derrumbaron» en aquel momento. De hecho, no consta que se haya producido ninguna incidencia fuera de lo habitual. Por otro lado, Gutiérrez Aranguren presentó ayer el recurso de apelación contra el auto de prisión dictado por el magistrado José Antonio Vázquez Taín contra Porto. En opinión del letrado, el documento es «nulo de pleno derecho» al caracer de «una mínima motivación». Además de cuestionar que existan pruebas contra ella –considera que las grabaciones de las cámaras de seguridad no son suficientes–, el abogado ha descartado que exista «riesgo de fuga o de ataque a los bienes jurídicos de la víctima», una de las claves a la hora de dictar el auto. Del mismo modo, afirma que todos los móviles barajados por las autoridades –especialmente el económico– «se han ido cayendo uno a uno». Tras la reunión que mantuvo el pasado lunes con su cliente, el abogado de Rosario Porto aseguró ayer que su trabajo se centrará en la apertura de nuevas vías de investigación. Especialmente en una versión de la madre en la que apunta la existencia de «otro autor» en el homicidio de Asunta. Posiblemente, esta versión de la madre está relacionado con el asalto que, aseguró, sufrió el pasado mes de julio en su domicilio y que no denunció entonces a las autoridades.
✕
Accede a tu cuenta para comentar