Buenas noticias para los tímidos: su cerebro comprende mejor el mundo
Borges, Hitchcock, Agatha Christie… Todos ellos fueron tímidos y por tanto, según un estudio, más sensibles que el resto de los mortales. De hecho, las personas introvertidas tienen una mayor actividad cerebral frente a determinados estímulos externos, de forma que analizan más profundamente la información prestando mayor atención a los detalles, la principal diferencia respecto a los extravertidos.