
Trump Musk
Donald Trump atacó a Elon Musk sin pelos en la lengua, aunque las cosas hayan cambiado: "Otro maestro de la estupidez"
Los altibajos en la relación entre el presidente de Estados Unidos y el CEO de SpaceX y Tesla parecen venir de tiempo atrás

Es posible que la relación entre Elon Musk y Donald Trump no sea todo lo idílica que ambos quisieron hacer ver durante la campaña presidencial o en las primeras semanas de mandato del republicano. En los últimos días, hemos asistido a ciertas fricciones entre ambos por la política arancelaria que quiere imponer Donald Trump y que choca con la faceta empresarial de Musk.
Pero es que ya en el pasado hubo choques frontales entre ellos, como en 2022, cuando se dirimía la candidatura del partido republicano entre Donald Trump y Ron DeSantis para las elecciones presidenciales. Por aquel entonces la relación entre ambos no era el camino de vino y rosas que escenificaron durante 2024, y de hecho hubo reproches mutuos a través, como no, de las redes sociales y los mítines.
Trump tildaba a Musk de subsidiado
Y es que tal como recogió la agencia Reuters en julio de 2022, las rencillas entre el CEO de Tesla y SpaceX y el político eran palpables. Cuando uno hacía un comentario, el otro tenía la réplica preparada para incendiar más el debate. Por aquel entonces, Trump estaba molesto por las manifestaciones de Elon Musk en favor del otro candidato republicano, Ron DeSantis, para ver quién haría frente a Joe Biden (aunque finalmente fuera Kamala Harris la candidata demócrata) para ocupar la Casa Blanca.
Trump no dudó en atacar a Musk donde intuía que más daño podía hacerle: los negocios. El actual presidente de los Estados Unidos tuvo palabras muy duras acerca de las empresas de Musk y su desempeño y no dudó en destacar su posición de poder sobre el canadiense, tal como recogió Reuters: “Cuando Elon Musk vino a la Casa Blanca pidiéndome ayuda con todos sus numerosos proyectos subsidiados, ya sean autos eléctricos que no duran lo suficiente, autos sin conductor que se estrellan o cohetes que no llevan a ninguna parte, sin cuyos subsidios no serviría de nada, y me dijo que era un gran fan de Trump y republicano, podría haberle dicho: 'Arrodíllate y ruega', y lo habría hecho”, señaló un Trump tan elocuente como siempre.
Como ya hemos visto recientemente, cuando Donald Trump apunta siempre es para acabar disparando, aunque luego no tenga inconveniente en recalcular o matizar. En cuanto a Elon Musk, hace menos de tres años su relación todavía estaba definiendo un marco de beneficio mutuo y por eso Trump no dudaba en poner a prueba la posible fidelidad de Musk: “No, él mismo está hecho un lío. Saben, el otro día dijo: 'Oh, nunca he votado por un republicano'. Yo dije: 'No lo sabía, él me dijo que votó por mí'. Así que es otro maestro de la estupidez”, soltó Trump en un mitin en Alaska.
"No lo sabía, él me dijo que votó por mí'. Así que es otro maestro de la estupidez”
Por supuesto, hubo réplica de Elon Musk, aludiendo a la edad de Donald Trump y a la necesidad de que este diera un paso a un lado en materia política: “No odio a ese hombre, pero es hora de que Trump cuelgue el sombrero y navegue hacia el atardecer”, dijo con cierto tono de sorna.
Es posible que ambos hayan hablado en privado de aquellas riñas que, de una manera u otra, acabaron por arreglar la relación hasta el punto de convertir a Elon Musk en el responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), área creada por Donald Trump para reducir el gasto público del que había acusado a Musk de valerse no hace siquiera tres años.
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