Este viernes 20 de junio es un día clave para tu móvil y tu bolsillo. Una nueva normativa europea entra en vigor, obligando a los fabricantes de smartphones a garantizar un mínimo de cinco años de actualizaciones de software. Esto significa que tu teléfono te durará más, será más seguro y, sobre todo, tu inversión estará más protegida. Una decisión que, aunque es una clara victoria para los usuarios, también plantea importantes desafíos (y alguna que otra "trampa") para la industria.

Una victoria para el consumidor: más años de vida para tu móvil

Este cambio es, sin duda, una de las mejores noticias que podíamos recibir como usuarios. Durante años, hemos visto cómo móviles perfectamente funcionales se quedaban "obsoletos" no por su hardware, sino porque el fabricante decidía dejar de ofrecerles nuevas versiones de Android o, peor aún, parches de seguridad. Esto no solo nos forzaba a cambiar de teléfono antes de tiempo, sino que generaba un montón de basura electrónica y frustración.

Ahora, con esta normativa, la cosa cambia. Que tu móvil tenga al menos cinco años de soporte asegurado significa varias cosas:

• Más seguridad recibirás parches de seguridad durante un lustro, blindando tu dispositivo contra vulnerabilidades y ciberataques. Es fundamental en la era digital.

• Mejor experiencia de usuario: podrás disfrutar de nuevas funciones y mejoras de rendimiento que llegan con las actualizaciones del sistema operativo, manteniendo tu móvil al día durante más tiempo.

• Vida útil más larga tu inversión inicial se amortizará mejor, ya que podrás usar tu smartphone de forma segura y funcional durante un periodo mucho más largo.

• Un paso hacia la sostenibilidad: es una medida clave para combatir la obsolescencia programada y reducir el impacto ambiental de la fabricación y desecho de dispositivos.

• Un estímulo para el mercado de segunda mano: se estima que los usuarios españoles cambian de móvil cada tres años (de media), antes de deshacerse de él, normalmente vendiéndolos en el mercado de segunda mano. Esta medida hará que adquirir un producto usado sea más atractivo, ya que aún contará con soporte de software por parte de las compañías.

Eso no es todo. La normativa también contempla otros aspectos, incluyendo la gratuidad de estas actualizaciones, de modo que los fabricantes no podrán cobrar por ellas (al menos, de manera directa). Por otro lado, se indica que las actualizaciones de funcionalidades (por ejemplo, las que suponen un salto en la versión de Android) deberán ser liberadas por los fabricantes en un plazo inferior a seis meses desde que son lanzadas por primera vez.

El desafío para los fabricantes (y las "trampas" del pasado)

Evidentemente, lo que es una victoria para el consumidor, supone un desafío considerable para los fabricantes.

Marcas como Google y Samsung ya llevan tiempo haciendo sus deberes, e incluso superan esta normativa. Los Pixel más recientes prometen 7 años de actualizaciones, y los Galaxy A de Samsung ya van por los 6 años, mientras que sus modelos flagship igualan a los Pixel. Apple, por su parte, tradicionalmente ha dado un soporte muy largo a sus iPhones, aunque sin una promesa tan explícita en años. Estas marcas, por tanto, no notarán tanto el cambio.

El verdadero reto lo tienen aquellos fabricantes que, hasta ahora, ofrecían un soporte más limitado, a menudo solo dos o tres años de actualizaciones de versión y alguno más de seguridad. Tendrán que invertir mucho más en el mantenimiento de versiones antiguas de hardware y software, lo cual es complejo y costoso.

Pero aquí también hay posibles "trampas" a las que estar atentos:

• Actualizaciones "vacías": el riesgo es que algunos fabricantes se limiten a ofrecer parches de seguridad mínimos para cumplir con la ley, pero sin incluir grandes actualizaciones de sistema operativo o nuevas funciones, dejando al móvil "actualizado" pero no "mejorado".

• Posible aumento de precio de los móviles de gama baja ¿cómo afectará a la rentabilidad de los modelos más económicos? Mantener un software actualizado en un hardware menos potente y más antiguo es un quebradero de cabeza para las marcas, y podría presionar al alza los precios.

• La complejidad de las capas de personalización los fabricantes con capas de personalización muy pesadas y complejas sobre Android, como pueden serlo Xiaomi u HONOR, tendrán un trabajo extra para adaptar las actualizaciones y mantener un buen funcionamiento en dispositivos antiguos.

Esta nueva normativa europea es un paso importante para un cambio de mentalidad en la industria. No se trata solo de cumplir una ley; es una oportunidad para que los fabricantes demuestren un compromiso real con la longevidad de sus productos.

Para el consumidor, el mensaje es claro: tu móvil te durará más, será más seguro y seguirá siendo relevante durante más tiempoi. Para el sector, es una invitación a mejorar las cosas en el soporte postventa y a la sostenibilidad. Veremos qué marcas aprovechan esto para diferenciarse de verdad, ofreciendo no solo 5 años de actualizaciones, sino 5 años de buenas actualizaciones, que realmente mejoren la experiencia.