Calor
¿Por qué tienes calor y tu amigo no? Las claves están en tu cuerpo
Estáis en el mismo lugar, hace la misma temperatura, pero uno se está asando y el otro puede soportarlo sin problemas. ¿Por qué algunas personas tienen más calor que otras? Estas claves lo explican
Tú, yo y esa anciana que ves a lo lejos desde tu ventana no reaccionamos igual al calor, incluso si estamos en el mismo lugar con la misma temperatura. La forma en que lo sentimos está influida por múltiples aspectos del cuerpo: desde la edad y la musculatura, hasta el estado hormonal, el estrés o la piel. Veamos por qué cada persona percibe el calor a su manera.
Edad
Muchas víctimas mortales de golpes de calor son ancianos. Su organismo no se encuentra en un estado tan bueno como cuando eran jóvenes, regulan peor su temperatura. Es un hecho que, según envejecemos, perdemos eficiencia en cuanto a regulación térmica, pero no es un fenómeno exclusivo de la población madura o adulta, también sucede con los niños pequeños.
- Niños pequeños (0 - 6 años): no regulan bien la temperatura y tienden a sobrecalentarse excesivamente rápido. Hay que tener cuidado con ellos en verano.
- Niños y adolescentes (7 - 17 años): tienen una buena regulación de temperatura, especialmente cuanto más mayores son. Obviamente, no es lo mismo un niño de 8 años que un adolescente de 15, pero su sistema regulatorio debería responder bien.
- Adultos jóvenes (18 - 40 años): son los que mejor regulación de temperatura tienen.
- Adultos de mediana edad (41 - 60 años): tienen una buena regulación, aunque no tan buena como cuando eran jóvenes. Sucede algo parecido como con los niños y adolescentes: no es lo mismo tener 43 años que 58.
- Maduros (60 - 70 años): empieza el riesgo. No son ancianos, pero conviene tener más cuidado de lo habitual
- Ancianos (desde 70 años): su sistema de regulación no es tan buena como antaño y corren riesgo.
Distribución corporal
Una persona con más músculo o grasa proporcionalmente no tendrá el mismo calor que otra persona con menos músculo y grasa. Además, también influye la piel. Luego existen otros factores, pero estos tres son los factores clave:
- Grasa: las personas con más grasa corporal tienen más calor aunque resisten mejor el frío. La grasa evita la disipación del calor por el cuerpo, pues que actúa como aislante, e implica una menor capacidad de conducirlo por el tejido magro.
- Masa muscular: el músculo genera calor, por lo que las personas con más masa muscular tendrán más calor. De todos modos, practicar deporte mejora el rendimiento corporal, incluida la regulación del calor.
- Piel: un detalle clave a la hora de tener más o menos calor es la piel. Un aspecto fundamental de la piel es el grosor, ya que las pieles más gruesas generan más calor.
Sexo
Los hombres y las mujeres no tenemos la misma sensación de calor, algo que incluso ha llevado a debatir sobre el uso de aire acondicionado en lugares públicos.
Debido a factores hormonales y de metabolismo (su tasa metabólica es un 23% más lenta que los hombres), implican que las mujeres tienen menos calor. También resulta curioso que, al soler contar con extremidades con menos grasa y músculo, suelen tener más frío en manos y pies.
Adaptación a la temperatura
Si vives en zonas calurosas, estarás más adaptado al calor que si vives en zonas frías. Ya no hablamos solo de convivir con el calor y adaptarse mentalmente a él, sino de un cuerpo mejor adecuado, con, por ejemplo, una vasodilatación más efectiva.
Estilo de vida
Como mencionamos de pasada anteriormente, un estilo de vida deportista adaptará tu cuerpo para tener menos calor. También es recomendable alimentarse bien y, por supuesto, estar hidratado.
Dicho esto, jamás se recomienda practicar deporte cuando la temperatura resulta demasiado alta, porque puede darte un golpe de calor, incluso aunque estés hidratado, seas joven y estés sano. Si sufres un golpe de calor o le da a alguien cercano, ten en cuenta estas recomendaciones, pueden salvarte la vida.
Enfermedad y lesiones
Las enfermedades debilitan el cuerpo y provocan que regules peor la temperatura. Por otro lado, si tienes enfermedades cutáneas sucede algo similar: esa parte de la piel funciona peor.
Dentro de la regulación del calor también entran en juego las hormonas. Un estado hormonal inadecuado puede provocar una peor regulación de la temperatura.