Videojuegos

Activision contrata como vicepresidenta corporativa a una defensora de las técnicas de tortura

Frances F. Townsend, ex consultora del Departamento de Seguridad Nacional con George W. Bush fue la responsable de coordinar la “Guerra contra el terrorismo”

Activision contrata como vicepresidenta corporativa a una defensora de las técnicas de tortura
Activision contrata como vicepresidenta corporativa a una defensora de las técnicas de torturalarazon

Activision Blizzard ha confirmado la contratación como vicepresidenta ejecutiva de asuntos corporativos a Frances F. Townsend, ex consultora del Departamento de Seguridad Nacional durante el segundo mandato de George W. Bush como presidente de Estados Unidos. Además de su nombramiento para el cargo en 2004 por el ex presidente para coordinar la campaña de “Guerra contra el terrorismo” dentro del departamento creado por el propio Bush, Townsend se encontraba entre los nombres que barajó Donald Trump para ocupar puestos de relevancia en la dirección de Inteligencia Nacional o en el secretariado de Seguridad Nacional.

Defensora de las “técnicas mejoradas de interrogatorio”

Dejando de lado los puestos públicos ocupados en la administración norteamericana, el problema comienza cuando se tiene en cuenta que Townsend es una firme defensora de las “técnicas mejoradas de interrogatorio”, un eufemismo para las técnicas de tortura y otras prácticas condenadas por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

El área recientemente asumida por Townsend tiene como objetivo, además de la regulación de prácticas y conductas dentro de las filiales que componen el gigante norteamericano, prevenir comportamientos poco éticos, evitar el espionaje industrial y asegurar que Activision Blizzard no caiga en conflictos legales a raíz de las innumerables regulaciones de cada región. En su parcela de trabajo también se encargará de analizar las prácticas de monetización, como las cajas de botín, entre otros.

La intención también es evitar, por ejemplo, que juegos a menudo controvertidos, como ‘Call of Duty’, tengan en cuenta durante su producción los elementos que podrían llevar a los títulos a recibir sanciones dependiendo del territorio, elevar las clasificaciones de edad en el mercado e incluso controlar los sistemas que emplean las cajas de botín, que deben superar regulaciones y restricciones más intensas en varios países donde incluso se enmarcan dentro de los “Juegos de Azar”

También dejó marca en la prisión de Abu Ghraib

El no menos polémico CEO de Activision Blizzard, Robert Kotick, nombrado en una lista de asociados de Jeffrey Epstein dentro de la investigación de tráfico sexual y pedofilia del gobierno estadounidense, ha salido en defensa de la contratación de Townsend por tratarse de un “servidor público muy valorado”. También se refiriere a su nueva ejecutiva como una “líder transformadora”. No obstante, la campaña “Guerra contra el terrorismo” fue un desastre en términos de relaciones públicas y tuvo a Frances Townsend como una de sus principales bazas. A la misma que se atribuye la monitorización del control de riesgo de ataques terroristas durante el mandato de George Bush en 2004. El entonces jefe del Departamento de Seguridad Nacional, Tom Ridge, afirmó haber recibido presiones políticas para acelerar los procesos de interrogatorio después de la visita de Townsend a la prisión de Abu Ghraib en Irak.

Una industria que tiene mucho por limpiar

En mitad de una tormenta de escándalos y prácticas abusivas detectadas en diversos segmentos de la industria del videojuego, contar con una perfil que abiertamente se muestra en defensa de las prácticas coercitivas, como mínimo, frente a un departamento de ética y regulación no solo en las operaciones globales, también dentro de las políticas de conducta interna y los regímenes de contratación, se podría contemplar como un paso atrás si no estuviera completamente alineado con otras posiciones recientes de la empresa.

Precisamente, la elección, aunque controvertida y preocupante, no sorprende, y mientras varias empresas como Ubisoft están, al menos en teoría, centrados en combatir los actuales estigmas de la industria, transmutado como un segmento de trabajo opresivo e inhumano, además de un escenario ideal para la perpetuación tanto de prejuicios como de posiciones retrógradas y violentas, los líderes de Activision-Blizzard parecen no tener interés en evaluar los problemas que pueden derivarse de sus últimas decisiones ejecutivas.