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Genética

Así fue la primera carrera de espermatozoides de la historia

El objetivo era alertar sobre el declive de la fertilidad masculina, pero se convirtió en una competición de manual.

Imagen de una de les tres carreras realizadas SpermRacingSpermRacing

Entre finales de 1970 y 2020, la cantidad de espermatozoides por milímetro se ha reducido más de la mitaden la población masculina. Esto ha llevado a numerosos estudios que no solo analizan las causas, también las consecuencias. Y una de ellas es la infertilidad o al menos la dificultad para concebir.

Con esto en mente, estudiantes de ciencia de California han creado el Instituto Nacional para Exploración Espermática y una de sus primeras medidas fue crear un evento “deportivo” que evalúa la movilidad de los espermatozoides. Una carrera de manual, vamos.

Los participantes de esta primera competición fueron Tristan Milker, de 20 años, estudiante de la Universidad del Sur de California, y Asher Proeger, de 19, de la Universidad de California en Los Ángeles. El mecanismo es sencillo y lo describen sus responsables en la página web.

“Hemos construido la primera pista de carreras para espermatozoides. Dos competidores. Dos muestras. Una meta microscópica. Para ello hemos diseñado una pista microscópica que imita el sistema reproductivo: señales químicas, dinámica de fluidos y salidas sincronizadas. Hay cámaras de alta resolución que registran cada movimiento microscópico. Todo se transmite en vivo, con estadísticas, clasificaciones y repeticiones instantáneas. ¿El ganador? El espermatozoide que cruza la meta primero”.

A pesar del objetivo científico y de los desafíos tecnológicos de crear una pista como esta, la realidad es que lo han convertido en un espectáculo y piensan ir más allá realizando ruedas de prensa, pesajes, carreras transmitidas en vivo con comentarios jugada a jugada. Y, por supuesto, el circuito más pequeño del mundo.

“Las carreras de esperma no se tratan solo de competir con esperma (aunque, seamos sinceros, es divertidísimo) – explica la página web -. Se trata de convertir la salud en una competencia. Se trata de hacer de la fertilidad masculina algo de lo que la gente realmente quiera hablar, seguir y mejorar”.

Para quienes muestren interés en el resultado final, Milker fue declarado ganador tras una competición al mejor de tres y se llevó a casa un premio en efectivo de unos 10.000 euros. Pero, sorprendentemente, el espectáculo tiene futuro: tuvo un presupuesto de 1,4 millones de dólares y las entradas (20 dólares para estudiantes, 40 para el público general y mil las ubicaciones VIP), prácticamente se agotaron.

Las muestras de semen se recolectaron poco antes del inicio de la carrera para preservar su salud. Primero se almacenaron en cámaras de incubación a temperatura corporal y luego se colocaron en una centrífuga, empujando las células hasta el fondo, para poder cargarlas en una pista de dos carriles en un canal microfluídico. Se utilizó una suave corriente eléctrica a través de la pista para estimular a los espermatozoides a mantener su curso, ya que nadan naturalmente contra la corriente. La "pista" medía 20 centímetros de largo y se inspiró en el sistema reproductor femenino.

“Estamos intentando que los espermatozoides dejen de ser un tema tabú y se conviertan en un biomarcador – explican los creadores de esta competición -. Si lo conseguimos y se convierte en algo que podemos mejorar, cambiaremos el paradigma.El mejor consejo que podemos dar es que, por incómodo que sea tener estas conversaciones difíciles sobre temas como el esperma y la fertilidad, se hagan una prueba. Cuanto antes se identifique un problema, si lo hay, más fácil y rápido será solucionarlo”.