Defensa

Así quiere utilizar la Armada el LHD Juan Carlos I para el aterrizaje y despegue de grandes drones

Tiene la intención de adquirir sistemas remotamente tripulados (RPAS) Clase III -con un peso por encima de los 600 kg- para su despliegue desde plataformas navales

Imagen del LHD Juan Carlos I navegando
Imagen del LHD Juan Carlos I navegandoArmada

La Armada española tiene la intención de adquirir sistemas remotamente tripulados (RPAS) Clase III -con un peso por encima de los 600 kg- para su despliegue desde plataformas navales. Este tipo de UAV forma parte de la lista de “deseos”, confirmó el Estado Mayor de la Armada (EMA) en una reciente jornada de la Fundación Círculo celebrada en Madrid sobre capacidades antisubmarinas.

En la actualidad, el único RPAS de este tipo en servicio en las Fuerzas Armadas españolas es el Predator B del Ejército del Aire y del Espacio. España forma parte también del programa Euromale, un dron Clase III desarrollado por la industria europea que entrará en servicio a partir de 2030. En esta categoría, por peso, también podría entrar el Sirtap, que acaba de recibir financiación para su lanzamiento.

La categoría de UAV Clase III está formada por sistemas con más de 600 kg, caracterizados por su amplia autonomía, pudiendo estar en el aire durante horas (incluso más de un día), y una gran capacidad para portar sensores y armamento. Estos drones son conocidos por las siglas MALE (media altitud y gran autonomía) o HALE (gran altitud y gran autonomía). En el caso de la Armada, el gran reto en este tipo de drones es su embarque y operación desde los buques y, más concretamente, en el LHD Juan Carlos I.

Varios países y empresas están trabajando en este último punto. La Marina estadounidense ya ha dado importantes pasos para la integración de drones de estas características en portaaviones y buques anfibios. Turquía también apuesta por ser pionera en el empleo de RPAS desde embarcaciones.

De hecho, el nuevo TCG Anadolu de la Marina turca, construido sobre un diseño de Navantia basado en el Juan Carlos I español, ha sido calificado como el primer “portaaviones de drones del mundo”, según el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En este buque operarán en principio drones en desarrollo como el TB3 Bayraktar y Kizilelma.

La industria también está inmersa en programas para el desarrollo de RPAS capaces de operar desde buques. La estadounidense General Atomics presentó el año pasado una versión embarcada del MQ-9B con capacidades de despegue y aterrizaje cortos, dentro de su familia Mojave. Mientras que Northrop Grumman cuenta con el MQ-8 Fire Scout, un helicóptero no tripulado en servicio desde hace años en la Marina estadounidense.

El TCG Anadolu fue inicialmente concebido como un portaaviones, al igual que su “gemelo” español Juan Carlos I, pero la ruptura del compromiso de venta de cazas F-35B a Turquía por parte de Estados Unidos hizo que las autoridades se replanteasen el proyecto. Así, el TCG Anadolu embarcará drones, pasando a ser el único buque de sus características con aeronaves no tripuladas. En este caso, serán del fabricante local Bayrak, el mismo que ha fabricado los Bayraktar TB2 que Ucrania está utilizando contra Rusia y que tanto daño ha provocado a sus fuerzas armadas.

En este caso será el Bayraktar TB3, una plataforma de combate de alas plegables, lo cual permite llevar decenas de ellos a bordo del LHD, cumpliendo diferentes misiones de ataque en apoyo de las operaciones navales de esa flota. Es capaz de despegar y aterrizar en portaaviones de pista corta. Además de las misiones de reconocimiento/vigilancia e inteligencia, el UCAV Bayraktar TB3 puede lanzar una operación de asalto con las municiones inteligentes que incorpora bajo sus alas.

El Bayraktar TB3 puede realizar operaciones armadas en el extranjero debido en parte a las capacidades personalizadas, como alas plegables que permiten su uso en portaaviones y se puede operar desde distancias muy remotas gracias a sus capacidades de comunicación Line-Of-Sight y Beyond-Line-Of-Sight.

El proceso de integración del sistema UAV continuará tras la entrega del TCG Anadolu, que podría llevar a bordo también el avión de combate no tripulado Bayraktar Kizilelma (MIUS), otro dron del mismo fabricante del que se han podido ver prototipos, resultando su aspecto muy similar al de un caza convencional, y que estaría listo en 2023.

El LHD Juan Carlos I, buque que sirve de modelo al Anadolu, se encuentra en una situación parecida: la Armada necesita ya buscar una solución al inminente final de la vida operativa de los viejos AV-8B Harrier II Plus, cuya jubilación ha sido aplazada ya varias veces, pero se ha llegado al máximo, hasta el punto de que nuestro país será en los próximos años el único del mundo que los siga usando. Todo pare indicar que el Gobierno finalmente optará por los F-35B, único modelo actualmente en el mercado que podría operar en la cubierta del buque español por su capacidad de aterrizaje y despegue vertical, manteniendo así viva el ala fija embarcada de la Armada. De hecho, hay un partida presupuestaria para ello, pero no especifica que sea en concreto para este modelo.

Pero, ¿podría el Gobierno apostar por la opción turca y añadir a los helicópteros que ahora puede llevar el Juan Carlos I aeronaves no tripuladas en lugar de cazas tradicionales? Parece poco probable porque las Fuerzas Armadas quieren a toda costa al menos 12 F-35B para seguir contando con capacidad de proyección estratégica, pero no es menos cierto que, como reconocía la web "Ejércitos" en un artículo, también "es prioritario invertir en ampliar y modernizar las unidades destinadas a labores de Patrulla Marítima y en dotar de la necesaria ala rotatoria y de elementos no tripulados a los buques ya operativos. Por lo menos para el teatro de operaciones insular, este parece ser un enfoque correcto".

Es cierto que España no tiene ningún dron armado actualmente, aunque parece que se ha dado el paso para hacerlo con el Predator B. También se podría sacar una versión armada del Sirtap de Airbus y del Tarsis de Aertec a más largo plazo. Ni siquiera el futuro Euromale irá armado de inicio, aunque podría y seguramente terminará armado.

Por su parte, la compañía estadounidense General Atomics estaría trabajando en una variante del MQ-9B para operar también en portaaviones o un buque de asalto anfibio de cubierta grande. Esta nueva plataforma se presentó el pasado diciembre y parte de la tecnología de los Predator B y Grey Eagle, modelos con los que comparte aviónica y sistemas de control de vuelo. Para su despegue no necesitaría catapultas, pudiendo despegar por sus propios medios. Puede además plegar las alas y ocupar menos espacio en cubierta. Según informó la propia compañía, General Atomics pretendía que fuera el propio MQ-9B Mojave el que pudiese llevar a cabo despegue y aterrizaje vertical, pero finalmente se ha optado por un modelo STOL (la misma capacidad que los Harrier de la Armada o los F-35B) más potente. Además de las versiones para inteligencia, la empresa informó que podría portar hasta 16 misiles Hellfire. Claramente, sería otra opción para embarcar a bordo del LHD Juan Carlos I.

Sin ir más lejos, la Marina china probó el pasado año su nuevo portaaviones s en forma de catamarán diseñado específicamente para operar enjambres de drones con los que anular y destruir las defensas enemigas, diseñado especialmente para lo que podría ser a corto o medio plazo la guerra del futuro. Por su parte, Irán estaría construyendo un portaaviones para drones a partir de un buque mercante, con una gran cubierta de vuelo en voladizo a babor. Por el momento no está claro si se añadirá también un voladizo en la banda de estribor. El hecho de que la superestructura se extienda por encima de la cubierta original impide una disposición tradicional de portaaviones. Los ángulos de la cubierta ligera añadida tampoco son tradicionales. Posiblemente se trate de una cubierta de vuelo que se extienda de babor a estribor por delante de la superestructura.