Prevención
La nanotecnología cambiará la medicina
Sus aplicaciones podrían reparar el ADN y así evitar el desarrollo de enfermedades genéticas o impedir su transmisión de padres a hijos
Sus aplicaciones podrían reparar el ADN y así evitar el desarrollo de enfermedades genéticas o impedir su transmisión de padres a hijos
Algunas aplicaciones de la nanotecnología, ingeniería de estructuras microscópicas, cambiarán la Medicina en intervenciones quirúrgicas, sistemas de prevención o métodos de análisis sanguíneos. Además, junto a las técnicas de impresión tridimensional, impulsarán la creación de órganos artificiales para su posterior uso en el ámbito médico. Al menos, así se desprende del último avance en reproducción asistida, publicado recientemente en «Nature Communications» por investigadores de la Universidad de Northwestern (Chicago).
Si bien es cierto que la nanotecnología supondrá una auténtica revolución, también lo es que, hoy, tal como se realizan en los centros de reconocido prestigio en todo el mundo, «no tiene ninguna aplicación en las intervenciones quirúrgicas». No obstante, Julio Mayol, profesor de Cirugía de la Universidad Complutense y director Médico y de Innovación del Clínico San Carlos, admite que la nanotecnología tiene el potencial de mejorar el diagnóstico –mayor precisión y rapidez– y de poder destruir lesiones de difícil acceso con los métodos actuales, o incluso reparar la célula a nivel molecular para recuperar su funcionamiento.
Años atrás se empezó a experimentar con el biochip DNA, que transformará los métodos de análisis de sangre al permitir obtener los resultados de las pruebas de SIDA, tuberculosis y otras enfermedades en tan sólo unos segundos. Otros estudios tratan de diseñar detectores biomoleculares o biosensores para la identificación personalizada de ADN o la fabricación de fármacos. E incluso otra de las posibilidades es la implantación en un corazón infartado de micromáquinas (angiochips), o el dearrollo de implantes neuronales que sustituyan a los tejidos orgánicos dañados.
Mayol remarca que, hoy en día, todo lo que existe es experimental. Sin embargo, asegura que, gracias a las aplicaciones de la nanotecnología en Medicina, podría conseguirse reparar el ADN para evitar el desarrollo de enfermedades genéticas o para impedir su transmisión de padres a hijos. Al mismo tiempo, agrega que un diagnóstico precoz y menos invasivo facilitaría un cribado de enfermedades, lo que a la postre paralizaría su desarrollo.
Por su parte, Delia Cortés Guiral, del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo de la Fundación Jiménez Díaz, explica que las nanomedicinas son partículas que pueden transportar y canalizar fármacos selectivamente a las células cancerosas. «En el tratamiento de la carcinomatosis peritoneal, que combina cirugía y quimioterapia intraperitoneal, las nanopartículas sirven como transportadores de fármacos al peritoneo con ciertas ventajas sobre la administración de quimioterápicos convencionales, como son un mayor tiempo de actuación y una menor toxicidad».
Cuadros infecciosos
Cortés detalla que otro gran avance se debe a la utilización de los llamados fluoroforos, que han supuesto una revolución en la cirugía guiada por navegación molecular. Y es que el depósito de estas partículas en las células tumorales permite con una luz especial detectar las células tumorales que habitualmente no son visibles por su pequeño tamaño durante una intervención o confirmar la afectación de ganglios, vasos linfáticos o sanguíneos, optimizando el efecto de la resección quirúrgica.
Potencialmente, todas las enfermedades infecciosas, las patologías autoinmunes y los tumores son susceptibles de ser abordadas por la nanomedicina. De hecho, algunos expertos piensan que en el futuro será posible desarrollar diversas nanomáquinas que recorrerán el cuerpo humano limpiando las arterias, corrigiendo los niveles de azúcar o colesterol o apoyando al sistema inmune en su lucha contra las enfermedades. En cambio, el director médico y de Innovación del Clínico San Carlos afirma que ésta es una idea muy genérica, que tiene una base en películas antiguas de Isaac Asimov, pero que está muy lejos de la situación actual de nuestro conocimiento y desarrollo tecnológico.
A Cortés también le cuesta bastante figurárselo, aunque sí puede imaginarse la idea de vehiculizar hormonas que vayan dirigidas al órgano que las necesite o fragmentos de DNA con una señal que indique a una célula una acción específica.
A la hora de revelar el punto hasta el que las distintas aplicaciones de la nanotecnología cambiarán la Medicina, la doctora de Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz destaca que la capacidad de dirigir un fármaco hacia las células tumorales, salvando las sanas, supondrá una gran disminución de la toxicidad de los tratamientos actuales de quimioterapia y un aumento de su eficacia antitumoral.
Y en cuanto a la posible mejora de los sistemas de prevención de enfermedades revela que, sobre todo en patologías peritoneales, se están desarrollando hidrogeles que facilitan el mantenimiento, durante un largo periodo de tiempo, de las nanopartículas en la cavidad peritoneal con el fin de que tengan un efecto prolongado después de una cirugía, de manera que, así, se podría impedir que las células o partículas responsables de las recaídas lleven a cabo su misión.
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