Tecnología

¿Qué haríamos sin la bendita tecnología?

Pablo Pineda

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Resulta difícil imaginar nuestro día a día sin consultar nuestra bandeja de emails o enviar un whatsapp de buena mañana; y es que la tecnología lleva años formando parte de nuestra vida cotidiana

Resulta difícil imaginar nuestro día a día sin consultar nuestra bandeja de emails o enviar un whatsapp de buena mañana; y es que la tecnología lleva años formando parte de nuestra vida cotidiana. Es una realidad: la tecnología ha venido para quedarse y, ¡menos mal! ¿Os imagináis volver hacia atrás?

Vivimos en plena era de la información y estamos siendo testigos de la transformación y el impacto de la tecnología. Está cambiando el mundo en el que vivimos y con ello, las empresas en las que trabajamos. ¿También cambiamos los trabajadores? ¡Por supuesto! Y, por ello, no podemos quedarnos fuera. Tenemos que subirnos al tren de la tecnología y familiarizarnos con las nuevas dinámicas de trabajo y de acceso al mercado laboral.

La velocidad del avance de la tecnología es vertiginosa y aún no somos conscientes de todo lo que lograremos de su mano. Si ya ha cambiado la vida de muchos de nosotros, imaginad cómo será dentro de unos años.

Las nuevas tecnologías tienen el don de poner a todas las personas al mismo nivel, sin importar las etiquetas que les marca la sociedad en su día a día. No solo atenúan las debilidades, sino que se convierten en un gran aliado a la hora de buscar empleo o socializar con otras personas. Las redes sociales, por ejemplo, han permitido que muchas personas, antes aisladas y sin vida social, logren conectar con otras personas con quien compartir intereses. De cierto modo, la tecnología abre la puerta a aquellos que durante mucho tiempo han sido relegados al aislamiento. Además, nos brinda la posibilidad de crecer y potenciar nuestro talento y capacidad de innovación para alcanzar nuestras metas y objetivos.

Nuestro mercado está marcado por la transformación, la volatibilidad y la complejidad, y es responsabilidad de las empresas y los trabajadores saber gestionar las tendencias tecnológicas que están moldeando nuestras empresas y nuestra sociedad. Entre estas tendencias se encuentra el desarrollo de la inteligencia artificial, así como el predominio de ecosistemas digitales, conexiones remotas, nuevos puestos de trabajo e incluso, la creación de nuevos sectores. Dentro de estas tendencias, también hay un margen enorme de incertidumbre y todavía son muchas las cosas por explorar.

Sin embargo, no hay que olvidar que el avance tecnológico debe ir a la par del progreso en el aspecto más humano, pues las nuevas tecnologías no compensarán por si solas los errores y problemas sociales. En este sentido, aunque la tecnología se presenta como un acelerador de la inclusión de las personas con discapacidad y, en general, un facilitador de la calidad de vida de las personas, la sensibilización y concienciación social siguen siendo los dos grandes pilares que trabajar. Solo a través de una educación en valores donde reinen la empatía y el respeto a la diversidad, lograremos que la tecnología avance en el camino de la igualdad de condiciones.

Gracias a las nuevas tecnologías muchos procesos se han visto facilitados. Sin embargo, no todo el mundo participa en esta revolución tecnológica por igual. La brecha digital sigue siendo muy grande y todavía hay personas que viven desconectadas y no por elección. Estar conectados es un derecho y, en lo que concierne a las personas con discapacidad, aún son muchas las barreras presenten que dificultan la conectividad y su experiencia de usuario. La tecnología está logrando generar un cambio en la estructura de nuestra sociedad y también en la inclusión de las personas con discapacidad.