Sí, tendremos coches autónomos, pero no los podremos usar

La tecnología de los vehículos estará lista muy pronto pero el problema es que todo lo que necesita para funcionar no está preparado. Según Tesla, en 2020 tendremos más de un millón de coches totalmente autónomos, con su software completo.

En un reciente evento ante accionistas de Tesla el Día del vehículo Autónomo, Elon Musk, el líder de la compañía, llenó el auditorio de titulares y fechas. Uno de ellos fue asegurar que en 2020 Tesla tendrá sus vehículos autónomos de nivel 5 que pueden conducir a cualquier parte, bajo cualquier condición. ¿Qué significa esto? En 2013, la NHTSA –la agencia federal que se encarga de velar por la seguridad de las carreteras y de los coches en EE UU– clasificó los distintos niveles de conducción autónoma. Estos niveles van del 1 al 5 y son: solo conductor, conducción asistida, automatización parcial, automatización elevada y automatización completa. Esta última es la que promete Musk para el año que viene en sus vehículos. «Dentro de un año, tendremos más de un millón de coches completamente autónomos, con su software completo», aseguró el polémico millonario.

La gran baza de Musk, o mejor dicho de Tesla, para afirmar esto es que ya cuentan con una flota de casi medio millón de vehículos (unos 425.000) en carretera. Éstos registran constantemente situaciones y proporcionan datos de aprendizaje para mejorar las redes neuronales necesarias para los vehículos autónomos. De hecho, cuando se le preguntó a Musk si sus coches serían de Nivel 5, lo que significa que podrían viajar a cualquier parte, en cualquier condición, sin un humano detrás del volante, su respuesta fue afirmativa.

Otro titular que regaló Musk a sus inversores fue la crítica al uso de mapas de alta definición para ayudar a guiar los vehículos. Lo que él busca es que todo el sistema esté implantado en el propio coche y que no dependa de información exterior «estable», es decir, aquella que no varía en un tiempo determinado. Por ejemplo, las carreteras. Si bien con ello reduciría la dependencia sobre ciertas tecnologías que aún no están implantadas, la postura tiene un defecto.

El problema con este enfoque es que los vehículos Tesla precisarán contar con una enorme capacidad de procesamiento, cámaras de última generación, sensores de todo tipo y una seguridad a prueba de balas. Deberá tener en cuenta todo lo que ocurre a su alrededor, desde las señales, a los peatones, bicicletas, otros vehículos, carriles y sorpresas. Más la comunicación con otros vehículos. El beneficio de contar con mapas de alta definición proviene de la posibilidad de localizar con precisión el automóvil en su entorno mediante la triangulación de la distancia de los objetos conocidos. Estos mapas contienen información actualizada sobre las reglas de cada carretera, como el límite de velocidad o los carriles desde los que puede girar. Esto reduce el área que debe ser analizada por el sistema de percepción del automóvil y permite que los sensores se centren en lo más importante: los peatones y otros automóviles en la carretera.

Independientemente de las ventajas y desventajas de cada opción, hay una realidad y es que a día de hoy no hay un vehículo completamente autónomo que garantice un estándar de seguridad más alto que el de un conductor humano en cualquier situación. El problema es que muchos creen que sí. La organización Thatcham Research, un ente independiente que analiza la seguridad de los vehículos y los conductores, ha realizado una encuesta global y señala que el 71% de las personas creen que hoy mismo ya se puede comprar un vehículo completamente autónomo. ¿Qué les ha llevado a creer esto? La respuesta es «quién»: Elon Musk. En la página web de Tesla, se puede leer la siguiente afirmación: «Nos complace anunciar que, a partir de hoy, todos los vehículos de Tesla producidos en nuestra fábrica, incluido el Modelo 3, tendrán el hardware necesario para una capacidad total de auto conducción a un nivel de seguridad sustancialmente mayor que el de un conductor humano». Y esto fue escrito en octubre de 2016. Así, no es extraño que más de dos de cada tres personas crean que sí pueden comprar un coche completamente autónomo.

Ahora, vamos a darle un voto de confianza a Musk y asumiremos que el año que viene todos sus modelos han sido aprobados por los organismos correspondientes para circular de forma completamente autónoma. ¿Ocurrirá? No, al menos no el año que viene. La afirmación es equivalente a sostener que por tener un ordenador preparado para internet, ya podemos navegar. Y no. Lo importante es también la conexión. Ésta es la pata que le falta a los vehículos autónomos y la que más tiempo tomará.

Éstos son algunos de los obstáculos que tenemos por delante: señales, carreteras, seguridad y, de lo más complicado, conexión 5G. Es imprescindible para una conducción segura.