Estreno
«Yo maté a mi marido»: lo difícil es seguir viviendo
La actriz española Hiba Abouk protagoniza este thriller francés sobre el maltrato como drama social
Anna y Manuel comparten la pasión por las leyes, y el destino quiso que él se rindiese, casi sin querer, a sus encantos tras ganarle en una exposición académica. Su química fue instantánea porque se hicieron reír y la pasión se desató entre ellos. Pero tras la aparente felicidad algo lleva a la protagonista a acabar encima de un puente mirando al vacío en una noche de lluvia y el mundo se derrumbó. En «Yo maté a mi marido» («J´ai tué mon mari»), el spoiler del título es lo menos relevante de esta ficción francesa a medio camino entre el thriller y la denuncia social. Con guión de Sophie Dab, Remy Silk Binisti, Lucie Frejaville y Justine Kim Gautier, la serie está basada en una idea original de Henri Debeurme, creador de «Trauma», que también se encarga de la dirección de los seis episodios producidos por NBCUniversal Francia que acaba de estrenar Calle 13. Erika Sainte, Antoine Gouy, Tiphaine Daviot e Hiba Abouk dan vida a los protagonistas de esta historia tan parecida a la vida real que produce pavor.
La trama sigue a la pareja de Anna (Erika Sainte) y Manuel (Antoine Gouy)para demostrarnos que existe una complicidad entre ellos, y que se adoran y se respetan en una fachada que convence a familia y amigos, pero que enseguida se desmonta para que el espectador contemple cómo ella comete un acto terrible en una de sus múltiples peleas y confiese «yo maté a mi marido» ante la policía. Pero hay más detrás del asesinato: Anna muestra en elegidos flashbacks como Manuel puede ser un ser posesivo y orquesta el maltrato psicológico que implanta en la cabeza de Anna la idea de alejarse de su marido junto al hijo de ambos. Con la mosca tras la oreja, la agente Caldera quiere averiguar la verdad a toda costa y para ello presionará a Laure (Hiba Abouk), la mejor amiga de Anna y hermanastra de Manuel que tendrá una lucha interna entre las dos personas que más quiere.
Para entender la complejidad del filme, LA RAZÓN entrevistó a Antoine Gouy e Hiba Abouk, que pusieron de relevancia la actualidad del trasfondo de violencia contra la mujer y la mezcla de géneros. «Esa es la singularidad de este proyecto que a nosotros se nos presentó como un thriller», cuenta la actriz española, que desvela que aunque en un principio le llamó l atención poder participar en una serie de este género, «cuando lo descubrí y lo fui leyendo, se trataba de un drama social». Para Abouk, «me parece muy necesario hacer de vez en cuando una ficción que sea para pasar el tiempo y que te entretenga y te tenga muy intrigado, pero en el que también cuentes algo: una realidad que está pasando». Considera que con «Yo maté a mi marido», «se ayuda a que se dé visibilidad a ese tema» y en su caso, «poder ser portavoz del drama social en el que todavía queda mucha lucha». Para el actor francés, la serie gana fuerza cuando «lo que empieza como un thriller, poco a poco nos vamos dando cuenta de que estamos hablando de algo mucho más serio: de la toxicidad en el hogar». Apostó por interpretar a Manuel porque «es muy seductora esta serie en ese sentido», aunque asegura que la preparación de su papel fue «difícil», pero se aprovechó de que «a mí me gusta mucho jugar, filirtear con el límite» y en la concepción del personaje que nos engaña con su apariencia «es un hombre que cree que está haciendo lo correcto para su hogar. No lo ve mal». Gouy hace una interpretación magistral de un marido que se asemeja « a lo que he visto en mi entorno y siempre me ha interesado mucho este tema de los mecanismos que tiene la gente que de verdad cree que está actuando para el bien de su familia». Peor es el caso de Laure, la amiga y hermana fiel que tiene una inexplicable ceguera y que le planteó varios retos: «Este personaje era en otro idioma, lo que ya es un reto de por sí, y además no es fácil ponerte la venda en los ojos, que este personaje es lo que tiene, como mujer y activista feminista que soy». La actriz española está contenta del resultado, «con humildad» y tras el éxito «que fue el personaje de Fátima en ‘’El Príncipe’'», decidió emprender otro destino e instalarse en Francia «para mejorar el idioma y poder trabajar en la ficción francesa y abrir fronteras». Pero sobre todo está «Muy satisfecha de mi evolución en esta profesión, que siempre es imprevisible».
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