«Nacho» el biopic en el que el tamaño sí importa

Ha sido la semana de los «biopics». Si Miguel Bosé se convertía en uno de los protagonistas de la semana con el lanzamiento de su propia serie y el aterrizaje de «SkyShowtime», el personaje del actor porno Nacho Vidal es el encargado de cerrar la semana, con el estreno de su biopic. Aunque en este caso, no se trate de una producción original de Atresplayer Premium, la plataforma ha apostado por ser la encargada de traer a España otro contenido transgresor más. La serie, protagonizada por Martiño Rivas, quien vuelve a Atresmedia tras nacer actoralmente con «El Internado», rompe tabúes y no deja indiferente a nadie, entre lo morboso y lo explícito.

Al ver la serie la curiosidad se dispara sobre cómo se rodarán ese tipo de escenas. Sin embargo, los actores, en espacios como «El Hormiguero», le quitan hierro al asunto, asegurando que «las escenas de sexo eran como nuestras escenas de acción», aludía Martiño aclarando que el equipo de grabación que interviene es lo más íntimo posible y cada detalle cuenta.

La serie no solo arroja luz sobre el sombrío universo del porno, sino que desvela detalles de la vida de Nacho Vidal desconocidos por muchos. «Nacho» narra desde la acomodada infancia del actor o el fracaso empresarial que condujo a su padre a la ruina y la depresión. Martiño asegura que «esa etapa le ha marcado mucho, él es una persona muy familiar y que sigue muy agradecido a su madre».

Otro de los episodios más surrealistas del actor porno es su paso por La Legión, acontecimiento que en su biopic no podía faltar. Por algunas condiciones parecía haber nacido para el Cuerpo. Sus nociones de boxeo y su habilidad para bailar el rifle le dotaron de cierta reputación y comodidad en los primeros meses. Para Martiño no ha sido fácil estar a la altura del recuerdo que el propio Nacho Vidal tiene de esa época. Ambos actores han permanecido en contacto durante el rodaje para garantizar la máxima veracidad posible en cada escena. «Las escenas de La Legión ocuparon dos jornadas enteras del rodaje. Yo estaba muy orgulloso de mi aprendizaje con el rifle y le pasé un vídeo haciendo todas las maniobras. Me puso varias pegas y para intentar impresionarle le pasé otro video haciendo boxeo. Me dijo que no metía bien la mano al costado. Cuando le enseñé a nuestro jabalí (el animal del cuartel), me dijo que eso era una cerda. Las escenas de sexo ya no me atreví a mandárselas, por si me seguía bajando la moral», cuenta entre risas Martiño.

María de Nati se ríe con las anécdotas de Martiño, aunque ya las haya escuchado antes. Ambos admiten que el sentido del humor y el buen rollo es fundamental para rodar este tipo de escenas, en la que a veces surgen momentos incómodos y las tomas se eternizan. El personaje de María refleja también la otra realidad que vivían y aún viven las mujeres en determinadas profesiones.

El actor y modelo Andrés Velencoso también ha tenido la oportunidad de meterse en la piel de otro actor porno, caracterizado como Toni Roca. Andrés reconoce que algunos escenarios como la Sala Bagdad son aún más lúgubres en la vida real.