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Estreno

Nunca me cansa decirlo: vuelve la USS Enterprise

SkyShowtime estrena la tercera temporada de la serie «Star Trek: Strange New Worlds», con diez nuevos episodios

El capitán Christopher Pike enfrenta al mando de la USS Enterprise sus momentos más duros SkyShowtime

Las chispas llenan el puente de mando de la nave estelar NCC-1701, la USS Enterprise, bajo la capitanía de Christopher Pike. Al final de la segunda temporada de «Star Trek: Strange New Worlds», la temible raza conocida como los Gorn había colocado a la tripulación de la nave entre dos fuegos y sin reaccionar. En ese punto, recupera la serie su tercera entrega, que se estrena hoy en SkyShowtime. Y cómo dice el personaje del alférez Gable (Chris Myers): «Enterprise; nunca me canso de decirlo».

«Strange New Worlds» sigue su camino tras haber convencido a los fanes de la saga de Star Trek. Con Akiva Goldsman y Henry Alonso Myers a los mandos del guion, la ficción sigue cumpliendo con la idea con la que fue concebida, dar una vida extra a uno de los periodos más interesantes de la nave estelar insignia de la creación de Gene Roddenberry en 1964. Tras un rápido repaso al problema Gorn, el capitán Pike (Anson Mount) intenta acabar con uno de los grandes enemigos de la Federación con la ayuda de su tripulación habitual, conformada por el oficial científico, Spock (Ethan Peck), número uno (Rebecca Romijn), la piloto teniente Erica Ortegas (Melissa Navia), la oficial La’an (Christina Chong), la inefable Nyota Uhura (Celia Rose Gooding), el oficial médico doctor M’Benga (Babs Olusanmokun) y la enfermera Chapel (Jess Bush). Por supuesto, a estos se han unido otros miembros míticos e históricos de la saga, como el teniente George Kirk (Dan Jeannotte), padre de la versión seriada de James T. Kirk (Paul Wesley) y la incorporación del señor Scott (Martin Quinn). La resolución en el primer episodio del conflicto intergaláctico es el comienzo perfecto para volver a coger velocidad de la luz en cuanto a los personajes y una de las labores primordiales de la Flota Estelar: descubrir nuevas especies y hacer frente a los enemigos de su estilo de vida. También desarrolla el papel del muy necesario señor Scott, que rápidamente fragua amistad con su exprofesora e ingeniera jefe Pelia (Carol Cane). Además, en este primer capítulo recuperaremos la relación de Spock y Christine donde lo dejamos, al tiempo que veremos que el vulcano sabe bailar, y muy bien. Como siempre, cada episodio está narrado por un miembro de la tripulación al estilo de un diario de a bordo.

Otra característica habitual de la serie es ir añadiendo otros personajes secundarios que enriquecen el conjunto y centran la atención en el episodio concreto. Adosados a ellos, a veces surgen líneas argumentales finitas como la de la capitana Batel (Melanie Scrofano), que arrastra una infección Gorn y promete darnos más capítulos violentos de posesión, al tiempo que determina el futuro de la relación con el capitán Pike. Un nuevo novio para Christine también expandirá los universos de la enfermera, su chico, el maldito de sangre verde y la heredera de Noonien-Singh.

El segundo episodio se permite el lujo de traer de vuelta a uno de los personajes más misteriosos del universo Star Trek, que no desvelaremos (Rhys Darby), pero que incorpora un juego mental, habitual entre las tramas de ciencia ficción, y que incluye una boda absurda y deseos incumplidos. Camarero, pasan a planificar la boda. Por supuesto habrá klingons, violentos por naturaleza, némesis del estilo de vida de la Federación, y que aparecerán en un episodio explorativo de flora, tan habitual en la franquicia, pero que añade un punto nuevo (y loco) a la iconografía trekkie: ¿zombis? De los cinco episodios de 10 que hemos podido visualizar, hay que destacar esa sensación de empezar a disfrutar los capítulos cuando ya ha pasado la mitad de su duración, con lo que siempre se queda uno huérfano de más: capítulos, tramas y personajes. La serie tiene la capacidad de dar su pequeño espacio a cada uno de los protagonistas de la serie, por pequeño que este sea.

Es un lujo ver que «Strange New Worlds» sigue en forma y ya ha sido renovada para una cuarta entrega. Disfruten de un capítulo fruto de la simulación, digno de cualquier aficionado a Agatha Christie, y otro de exploración planetaria con problemas que tanto nos gusta. Las interpretaciones de todos los personajes siempre son agradables y sobresalientes, desde Anson Mount hasta el invitado Paul Wesley. Son 203 almas metidas en la USS Enterprise para explorar la galaxia conocida (y desconocida) y traernos nuevas aventuras.