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"Me he arruinado persiguiendo mi sueño": un expolicía deja de piedra a todos en 'Y ahora Sonsoles'
Juana Martínez, la madre de Adrián, ha defendido ante Sonsoles Ónega la postura de su hijo: "Prefiero que sea feliz y pobre, que rico e infeliz"
Este jueves, el programa 'Y ahora Sonsoles' ha sido testigo de una historia que ha sorprendido a la audiencia. Adrián de la Cruz, un joven de 35 años que ha dejado su trabajo como policía para vivir en la naturaleza, ha contado su experiencia en el espacio televisivo de Antena 3 que es presentado Sonsoles Ónega. Su sueño de cambiar la estabilidad por una vida en el monte le ha llevado a enfrentarse a serios problemas económicos, pero asegura que no se arrepiente de su decisión.
Adrián, quien desde pequeño sintió una fuerte conexión con la naturaleza, tenía una vida cómoda en Barcelona: una plaza fija en la Policía Nacional, estabilidad económica y su propia vivienda. Sin embargo, su pasión por la supervivencia y el medio rural lo llevó a replantearse su futuro. Durante años, compartió en redes sociales contenido sobre su estilo de vida y se formó en técnicas de supervivencia. Finalmente, en 2020, decidió dejar su trabajo y apostar por su sueño. Su plan era sencillo: mudarse al campo y convertir su pasión en su nueva profesión, impartiendo clases de supervivencia. Sin embargo, los gastos comenzaron a acumularse rápidamente y su falta de experiencia en el mundo empresarial le jugó una mala pasada. Sin ingresos estables, pronto se vio inmerso en una situación financiera complicada.
En su entrevista, Adrián ha reconocido los errores que lo llevaron a su situación actual. "Sí, me he endeudado por encima de mis posibilidades, pero no fue por lujos, sino por emprender. Mi problema es que dejé de ser funcionario antes de llegar a tener un sueldo como autónomo", ha explicado. Con una deuda de aproximadamente 40.000 euros, ha tenido que buscar formas de generar ingresos a través de clases de supervivencia y su canal de YouTube. "Voy pagando poco a poco, aunque aún no gano lo suficiente como para irme a Andorra", ha bromeado. Su madre, Juana Martínez, también ha intervenido en la conversación, expresando su preocupación por la decisión de su hijo. "Estaba contenta cuando aprobó su oposición, pero él siempre ha hecho lo que ha querido. Además, en el trabajo tuvo problemas con sus compañeros quienes le hicieron la vida imposible. Yo lo único que puedo decir que él haga lo que quiera mientras sea feliz.Prefiero que sea feliz y pobre, que rico e infeliz", ha afirmado.
A pesar de las dificultades económicas, Adrián defiende su elección. "Me despiertan los pájaros, por la noche escucho las lechuzas. No hay nada como vivir en la naturaleza", ha asegurado. Además, ha recalcado que no vive completamente aislado y que puede socializar cuando lo desea. "Estoy cerca de la ciudad y puedo quedar con gente, aunque es cierto que el aislamiento invita a desconectarse". A pesar de las críticas y los problemas financieros, Adrián sigue apostando por su sueño y espera mejorar su situación económica poco a poco. "No he llegado a arruinarme del todo, sigo trabajando para salir adelante", ha concluido.