Los recientes casos de agresiones en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat en la Ciudad Condal al sector del taxi, ha provocado que muchos de los trabajadores tengan miedo a la hora de ejercer su trabajo, como es el caso de Erik, cuyas heridas han sido recogidas por anterioridad por nuestro compañero Borja Méndez y que después, a través de "Mañaneros" de RTVE, el agredido ha dado su versión de los hechos y una confesión que ejemplifica la dureza con la que conviven muchos de los trabajadores en Barcelona.

Puñetazos y patadas en el rostro

Según información publicada por LA RAZÓN, escrita por el periodista Borja Méndez, los taxistas que trabajan en el Aeropuerto de El Prat (Barcelona) enfrentan un clima de violencia y agresiones por parte de grupos organizados. El 19 de enero de 2025, Erick Silva, un taxista de 30 años, fue víctima de una brutal agresión mientras esperaba a una clienta en la Terminal 1. Un grupo de cuatro o cinco hombres, identificados por llevar pañuelos azules, lo insultaron, amenazaron y finalmente lo golpearon con puñetazos y patadas en el rostro, dejándolo gravemente herido. Silva, quien necesitó siete puntos de sutura en la mano y sufrió múltiples contusiones, denunció los hechos a los Mossos d'Esquadra, quienes investigan el caso. Este incidente refleja una problemática más amplia: desde hace tres años, la llegada de plataformas como Uber y Bolt ha generado tensiones y competencia desleal en el sector, lo que ha llevado a enfrentamientos frecuentes entre taxistas legales y conductores ilegales. A pesar de las denuncias, los agresores actúan con impunidad, según testimonios de los afectados, quienes exigen mayor seguridad y control en las instalaciones del aeropuerto.

Horas más tarde de la publicación de la noticia de nuestro compañero, Erik Silva ha atendido al magacín matutino de RTVE presentado por Adela González, "Mañaneros" en el que ha mostrado las consecuencias y heridas de la paliza además de verbalizar el pánico que siente al volver a su lugar de trabajo. "Ahora mismo me encuentro un poco mejor, recuperándome de la agresión que sufrí pero con miedo de volver a trabajar, a ver que me espera", espetaba nuestro protagonista que finalmente explicaba que "estos eventos son habituales en el aeropuerto, ya que además de peleas, hay pinchazos en las rueda", una realidad muy triste la que se está viviendo en uno de los lugares con más afluencias de personas de ka Ciudad Condal.