Estreno
Limpia, fija, y da esplendor a la comedia negra
Movistar + acaba de estrenar la segunda temporada de «El Limpiador», creada y protagonizada por el cómico Greg Davies
Greg Davies mide 2,03 metros, por lo que impresiona cuando entra como el personaje de Wicky en pequeñas casas inglesas. Tras un vistazo general cambia su camiseta rockera por un traje EPI blanco completo, guantes y botas. Empieza entonces la labor de «El limpiador», la serie de la BBC que sigue los pasos de Paul Wickstead, limpiador profesional de la policía dedicado a los escenarios de los crímenes más rocambolescos, y que ha estrenado este mes su segunda entrega en Movistar Plus+.
«Originalmente es un programa alemán», explica a LA RAZÓN el cómico y actor, que desvela que la productora alemana quiso adaptarla al inglés y «se puso en contacto con la BBC y preguntaron por mí. Me preguntaron si estaría interesado en adaptarla porque sabían que ya había escrito cosas antes, además de actuar. Así que creo que pensaron que podía hacer ambas cosas». Para la primera temporada, Davies reconoce que «tomamos muchas de sus historias, pero lo que descubrí es que cuanto más nos adentramos en ella, más difícil es llevar la versión alemana al inglés. Así que hemos tenido que reescribirlos todos». Incluso confiesa que el personaje de Wicky, «se convirtió en muy diferente del alemán». Nuestro limpiador trabaja con naturalidad y sabiduría de su labor, pero los personajes que se encuentra hace que se replantee muchas cosas: «No puedo evitar meterme en el personaje, pero hay diferencias. A menudo las cosas que me pasan por la cabeza las dice el personaje, y se da cuenta de muchas cosas de la vida y tiene muchas crisis existenciales como resultado de conocer gente. Y creo que cualquiera de mis amigos te dirá que a menudo reflexiono sobre el significado de la vida».
Wicky demuestra en cada episodio que se toma en serio su trabajo, que sabe perfectamente cómo quitar sangre cerebral de una moqueta, pero su limpieza es más profunda, como conviene su creador, porque «el espectáculo es mucho más acerca de la limpieza de las conciencias y el examen de los motivos y sentimientos de las personas involucradas, que de limpiar la escena del crimen. Siempre digo que la sangre y la muerte son como un fondo de pantalla; el fondo de la historia del ser humano». Y la fórmula funciona, porque no puedes dejar de mirar e interesarte por lo que pasa en pantalla, quizá por lo sencillo de la fórmula: « Creo que, en cierto modo, es un programa muy anticuado. Simplemente pone a dos o tres personas en una habitación y deja que se descubran mutuamente. Es más sobre las personas que sobre la sangre. En Inglaterra, se emite en BBC One, un canal bastante generalista, y muchas familias y personas mayores la ven. Creo que trata temas oscuros, pero más bien sobre las personas». Además es interesante su tratamiento teatral, como si de una actuación cómica se tratase. «Sí, soy cómico y el guionista original del espectáculo alemán era escritor de teatro. Así que esa sensación de estar viendo una obra de teatro independiente siempre iba a estar presente», confirma Davies, que hace hincapié en que «no tenemos muchos efectos visuales ni múltiples escenarios. Se trata de personas encerradas en un espacio y, a menudo, en sus propias preocupaciones y problemas. Por eso me gusta que en Inglaterra, cuando yo era pequeño, hubiera un programa en los años 70 llamado ‘‘Play Today’’, en el que la BBC cogía una obra y la filmaba como se supone que debe ser, en una habitación. Creo que me recuerda a eso».
La segunda temporada nos trae nuevos escenarios, como un teatro, una tienda de electrodomésticos y una casa señorial, y episodios «un poco más oscuros». Creo que podemos poner situaciones más y más extremas con gente más extrema. Y una de las diferencias entre nuestra serie y la alemana es que vamos conociendo más a Wicky y vamos conociendo pequeños aspectos de su vida cada vez más a medida que avanza. Poco a poco, se ve cómo el trabajo le está afectando». Todo enmarcado en temas más peliagudos como la vida después de la muerte, la teoría de la conspiración o el racismo: «Me encanta que le pongamos en situaciones cada vez más extrañas y le obliguemos a pensar en temas más duros. Wicky se limitaría a ir a un bar a tomarse una cerveza y a hablar con los mismos amigos con los que ha hablado durante 30 años».
Humor negro del bueno, y sin límites: «No creo que el humor tenga límites. Es una forma bastante bien documentada de los seres humanos de enfrentarse a situaciones horribles. No hay temas prohibidos. No se trata de limitar lo que se dice, sino de tener cuidado con lo que se dice».
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