Feria de Bilbao

Cerro: actitud de oro, espada de plomo

El extremeño, clasificado, malogra con la tizona una notable faena a un buen utrero de Javier Molina

Rafael Cerro se gusta al natural ante el sexto novillo de Javier Molina
Rafael Cerro se gusta al natural ante el sexto novillo de Javier Molinalarazon

Las Ventas (Madrid). Primera del Certamen Canal+. Se lidiaron novillos de Javier Molina, bien presentados y de buenas hechuras. 1º y 5º, buenos pero a menos; muy enclasado, el 2º; el 3º, bravo, aunque más exigente por el izquierdo; 4º y 6º, más ásperos y deslucidos. Un cuarto de entrada.

Raúl Cámara, de tabaco y oro, estocada trasera (saludos); tres pinchazos, aviso, estocada atravesada (silencio).

Antonio Puerta, de azul eléctrico y oro, pinchazo, aviso, estocada caída (silencio); media estocada atravesada, aviso, tres decabellos (algunas palmas).

Rafael Cerro, de blanco y plata, aviso, dos pinchazos, media estocada, segundo aviso (saludos); pinchazo, aviso, tres pinchazos más, segundo aviso, otros dos pinchazos, pinchazo hondo, descabello (silencio).

Se anunciaba ayer en Las Ventas una novillada con el hierro de Javier Molina, que regresaba tras la polvareda levantada el verano pasado por el supuesto excesivo trapío de sus utreros en Madrid y que acabó con el colombiano Juan Viriato en el hule. Más liviana en la tablilla, pero irreprochable de presentación, la corrida de ayer sorteó varios novillos con opciones de triunfo. Por ejemplo, el precioso colorado que hizo tercero y con el que Rafael Cerro estuvo a punto de lograrlo. Una oreja tenía más que ganada, pero le pesó demasiado la espada. Puro plomo. Lastre insalvable que una y otra vez encontró hueso. Toda la tarde.

Se había ido antes a portagayola y, entonado con el capote a la verónica, resistió los bríos del colorado con muchas piernas de salida. Tras un ceñídisimo comienzo por estatuarios, cuajó dos buenas tandas en redondo. Muy templado, cargando la suerte y corriendo la mano con gusto. Encajado. Se trajo al animal siempre a las caderas. Más atropellado al natural tras un enganchón inicial. Siguió por este pitón, mucho más incierto. Apostó y tragó lo suyo porque el de Javier Molina se acostaba una barbaridad. Rozando la pala del pitón los muslos varias veces. Menor lucidez, pero todo con su mérito ante un utrero para apostar. Incluso llegó la voltereta, a priori sin consecuencias, a la salida de un muletazo. Epilogó por ceñidas manoletinas en las que de nuevo le volvió a levantar los pies del suelo.

Con las ideas muy claras –no perdonó ni un solo quite y se le percibió siempre con la mente despejada–, volvió a irse a chiqueros en el sexto. Le recetó un saludo capotero con mucho sabor veroniqueando rodilla en tierra. Rubricó con la media, a cámara lenta, y una revólera. Lo llevó al peto del caballo galleando por chicuelinas. Preciosa la larga cordobesa para colocar en la suerte. Ya con la pañosa, hincó las rodillas en la boca de riego y resistió el empuje del novillo en una tanda muy jaleada. En redondo, le extrajo dos buenas series, pero con la zurda masculló la tragedia al tercer muletazo. Directo al pecho se le vino para encunarlo de espantosa manera. No fue el único susto, la respiración contenida a cada natural, que era una moneda al aire ante un burel que medía. El peor trago vino para matarlo. Otro sainete con los aceros y el novillo a puntito de írsele vivo.

Raúl Cámara sorteó primero un manejable jabonero, que se fatigó bien pronto. Derechazos sueltos y algún natural de bella composición, pero faltó continuidad y mayor limpieza. El cuarto, más áspero y deslucido, tiró siempre un molesto gañafón a mitad del viaje. A la defensiva, el madrileño optó por acortar las distancias y salvar el compromiso con dignidad.

A Antonio Puerta, que vio como se apagaba muy pronto el quinto, se le escapó la oportunidad de oro en el segundo. Pulcro, pero sin romper ante «Lanudo», enclasado novillo que no se cansó de embestir. Nunca. ¿Cuarenta? ¿cincuenta muletazos? Como si nada. Ovacionado, igual que el tercero, en el arrastre.

Tan romo Puerta como la espada de Cerro, que volverá a finales de mes. Tiempo hay de sobra para destrozar el carretón. Ya le esperan los de Guadaira.