Javier Jiménez pone fin a dos meses de inquietud

El invierno. Tiempo de reflexiones y largas esperas. Interminable para quien con los primeros días primaverales vuelven a vestirse de luces. Fallas es, para unos pocos privilegiados, la primera puesta en escena de una posterior temporada. Hasta ese momento, todo son luchas interiores, entrenamientos. «Mi máxima preocupación este invierno ha sido evolucionar y seguir ahondando en mi toreo, profundizar en cada muletazo. Mejorar personalmente; luchar por no quedarme estancado», relata Javier Jiménez, que hoy hará el paseíllo en Valencia. Y más largo aun si finalizas campaña por la puerta contraria de donde sueñas: la de la enfermería. «El invierno se me ha hecho larguísimo. Después de la cornada en Zaragoza ya la temporada había terminado, no había más ferias para reaparecer. Llevé dos meses con una inquietud tremenda por torear. Me he tenido que conformar con ir al campo».

Pero como dijo Quevedo: «La paciencia es virtud vencedora». Y tres temporadas de lucha, ganando terreno y dando argumentos han sido necesarias para lograr un sitio. «Me encuentro muy ilusionado en este momento. Hoy debuto en el abono Fallero, es el sueño de cualquier torero empezar en esta gran feria y en una plaza de esta categoría». Y todo ello tiene un culpable, bueno, y que ha sido el 2016. «Después de todo lo ocurrido la pasada temporada, el triunfo en Madrid el 21 de agosto en el que salí por la puerta grande de Las Ventas, las dos tardes importantes de Sevilla, Pamplona, todo ello me ha dado la moral suficiente para seguir adelante. Han sido grandes argumentos para este bonito inicio».

Pero Jiménez es consciente de que «hoy empieza la temporada. La pasada ya terminó hace bastante tiempo. Fue muy importante para colocarme hoy, pero ya está. Ahora mismo es sólo recuerdo. Hoy empieza un año nuevo, un día nuevo y tengo que seguir puntuando para poder estar en las plazas importantes».

De cara a esta temporada, Jiménez se encuentra al cien por cien. «El año pasado me vi muy hecho delante de los toros y creo que lo demostré. Este año sigo en la misma línea, aunque más preparado. Y aparte, tengo al máximo la ilusión, quiero disfrutar de cada detalle que acontezca. Mi mayor virtud es disfrutar. Creo que eso es lo importante en esta profesión».

Hoy comienza su temporada, la cuarta. Está seguro de que su nombre dará mucho de que hablar, para bien, optimismo no le falta. David Mora y Paco Ureña completan la terna. «Son dos toreros que están en casi todas la ferias y todo ello por méritos muy, pero que muy propios. Les tengo una gran admiración. Mora, después de ese parón sin torear, con el acelerador hasta el fondo ha conseguido volver a colocarse en todas las ferias importantes; Ureña, igual. Es de envidiar que después de tantos años no haya perdido nunca la ilusión y haya sabido aguantar». Y respecto a la ganadería, Jandilla, dice que tiene poco que añadir, su nombre e historia lo dice todo: «Es un hierro que siempre han matado las figuras. Son ganaderías madres que siempre tienen cosas buenas y me da bastante confianza matarla. Además, me consta que el encierro tiene buenas hechuras».

Esto es sólo el inicio. Ya hay Javier Jiménez para rato. «La temporada 2017 se presenta muy bien. Estoy muy contento con poder estar acartelado en las primeras ferias. En Sevilla torearé una tarde con Morante y Perera, dos me anuncio en Madrid. El resto, será lo que me gane en el ruedo estos días».