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Pepín Liria: «Siempre habrá quien se acuerde antes de cuando Induráin se bajó de la bici que de sus cinco Tours»

El diestro, que mañana se volverá a vestir de luces en Pamplona diez años después, reflexiona sobre uno de los vicios de la sociedad española y los retos que le esperan en su breve temporada de reaparición, en la que también actuará en Murcia

Pepín Liria en imagen de archivo
Pepín Liria en imagen de archivolarazon

Un murciano «enamorado de los sanfermines». Eso es Pamplona durante esta semana larga, la casa de todos. El torero de Cehegín, que regresaba a los ruedos hace cuatro meses en Illescas (Toledo), habla de lo que le supone para quien se fue como héroe, coreado con himno propio, regresar al mismo bastión diez años después para honrar a sus compañeros caídos. «Era tan grande la nostalgia que tenía acumulada sobre Pamplona, que hasta el año pasado no fui capaz de volver a ella. En realidad ya lo tenía en mente desde 2016, pero tras el fallecimiento de Víctor Barrio lo cancelé y el año pasado no lo suspendí porque ya se lo había prometido a los hijos de Espartaco», reconoce el propio diestro.

- Como gran amante de dichas fiestas, ¿alguna vez ha participado en el encierro?

- Todos los años intentaba animarme a correr los encierros pero siempre me acababa saliendo del recorrido a última hora. Pero el año de mi despedida, animado por El Fandi, corrí un pequeño tramo. ¡Lo pasé fatal! Sentí una admiración todavía mayor por aquellos que son capaces de hacerlo año tras año. No creo que lo vuelva a repetir (se ríe). Está bien que yo corra con mis miedos, pero con los de 3.000 es más complicado.

- ¿Qué le parecieron las declaraciones del alcalde de Pamplona respecto a la viabilidad de unos sanfermines sin corridas de toros?

- Es un disparate. La defensa que hacemos los toreros es la defensa de la libertad. No entiendo unos sanfermines sin un hombre jugándose la vida a la seis de la tarde. Esos toros han creado un pánico durante la carrera que debe culminar en la plaza.

- Y usted que tiene dos hijas, ¿qué les diría a quienes piensan que la tauromaquia no es un modelo educativo adecuado para los menores?

- Si hay una manifestación cultural en la que somos un ejemplo es en los toros. Nunca hay disturbios. Solo exijo la libertad de educar a nuestros hijos. Mis hijas llevan toda su vida trasladando los valores taurinos a su día a día y son niñas ejemplares sin ningún tipo de trauma. Debemos preocuparnos de que el daño que ya se ha hecho a la juventud catalana no se extienda a otras.

- ¿Por qué no ha vuelto a torear desde Illescas hasta aquí?

- Quería dejar claro que fundamentalmente vuelvo para rendir homenaje a Víctor Barrio e Iván Fandiño y demostrar que los toreros nos movemos por sentimientos. Siento la necesidad de volver a jugarme la vida por quienes hicieron más grande mi profesión.

- ¿Guarda un recuerdo nítido de su despedida en Pamplona?

- Sí, recuerdo cada detalle que las peñas tuvieron conmigo, pero además tuve la suerte de nacer de nuevo allí, donde uno de Cebada estuvo a punto de quitarme la vida. Este año deseo volver a hacer cantar a la peñas “Pepín, Pepín”.

- ¿La temprana eliminación de España en el mundial de Rusia hace que estos sanfermines sean más taurinos todavía?

- Estaba un poco disgustado porque mi amigo Fernando Hierro se iba a perder mi actuación en San Fermín pero ahora lo estoy todavía más. Pero no creo que haya sido ningún fracaso. En este país pronto derrotamos al triunfador cuando a este le dejan de salir las cosas bien. Se merecen un margen de confianza y agradecimiento. Yo creo tener la virtud de alegrarme del triunfo ajeno, pero siempre habrá quien se acuerde antes del día que Indurain se bajó de la bicicleta que de sus cinco tours.

- En esta misma feria, en la que usted regresa a Pamplona, Padilla se despide de ella.

- Estuve cerca de entrar en su cartel. Habría sido bonito regresar a Iruña en un día ten especial para un compañero con el que compartí tantos triunfos. Pero igualmente estaré acompañándole desde el tendido. Por otra parte creo que el cartel en el que estoy, junto a El Juli y Ginés Marín ante toros de Victoriano del Río, es el perfecto para volver. El presente y el futuro del toreo se dan de la mano.