Feria de San Fermín
Rafaelillo se impone ante los de Escolar
El murciano sale a hombros del coliseo francés tras cortar dos orejas
Con una fuerte lluvia se inició la corrida que estaba anunciada para la tarde del jueves y que la meteorología obligó a trasladar a esta mañana. Se lidió un muy serio encierro de José Escolar Gil, del que el primero de los ejemplares fue premiado con la vuelta al ruedo, y Rafaelillo salió a hombros por la puerta de cuadrillas tras pasear dos trofeos, uno de dicho toro y otro, del cuarto.
Tras recoger con unas verónicas al primero de los «Escolares», un animal que dio un buen juego en varas y que metió bien la cara en la franela, Rafaelillo supo aprovechar las excelentes condiciones de esta res y cuajó muy buenas tandas en las que bajó mucho la mano. Como firma, recetó una estocada entera en todo lo alto tras un primer pinchazo. Posteriormente, ante el cuarto, Rafaelillo cuajó una excelente tanda de naturales en otra gran faena que acabó con una estocada entera trasera y descabello.
A Fernando Robleño se le vio muy seguro ante sus dos oponentes, pero estuvo especialmente valiente ante el quinto de la tarde, una verdadera alimaña que le puso las cosas muy difíciles. Sin embargo, el diestro estuvo por encima de las condiciones del animal, aunque falló con los aceros a la hora de acabar con la vida de éste.
El tercero de los alternantes era el colombiano Luis Bolívar, que emborronó una buena actuación ante el tercero de la tarde con un feo bajonazo a la hora de la verdad. Ya en sexto lugar, Bolívar se las vio con un peligroso animal que andaba siempre buscándole. Valiente y muy seguro hizo muy bien su labor; pero tampoco acertó en la suerte suprema, pues liquidó a la res de un metisaca, eso sí, de rápido efecto.
Coliseo de Nimes. Segunda de la Feria de Pentecostés. Se lidiaron seis toros de José Escolar, muy bien presentados y de buen juego. Destacó el 1º, que fue premiado con la vuelta al ruedo; 5º y 6º, por peligrosos. Rafaelillo, oreja y oreja tras aviso; Fernando Robleño, saludos tras aviso en ambos; y Luis Bolivar, silencio en ambos. Un tercio de entrada.
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