San Fermín y los 25 de Chapu

La intensidad de Cebada Gago por las calles de Pamplona.

Día de Sanfermines. El séptimo día del séptimo mes del año de 2017 vuelve a procesionar por el casco viejo de Pamplona la imagen de un pequeño santo de origen francés de conocimiento planetario. ¡Qué curioso resulta que en tiempos tan laicos un santo católico sea la guía y seña de la fiesta para los que viajan desde Nueva York, Australia o Sevilla a rendirle un culto báquico!

Cada mañana de cada 7 de julio mi amigo, Chapu Apaolaza, se desayuna con sus amigos de la Cuesta de Santo Domingo en la papelería clásica de la zona para ahuyentar el miedo que se despierta al amanecer y pensar que tal vez este año sea el definitivo. Ayer un tremendo toro cárdeno de 630 kilos del hierro de Cebada Gago, llamado «Punterito» le ha requerido el capotillo del santo. Ese santo raro y universal, patrón de Navarra, que descansa en la Iglesia de San Lorenzo y que se pone el pañuelico rojo. Será el capotillo, será el Diario de Navarra pero Chapu ha visto en el luminoso alba pamplonica muy cerca la guadaña de los pitones del prenda que no quería que celebrase sus 25 años como corredor de encierros. Cuando Apaolaza ha soltado en la testud del cárdeno ejemplar gaditano el periódico, habrá pensado como buen periodista que es, que vaya diantres es aquello de pensar que hoy la prensa ya no sirve para nada. Puro sanferminero, uno de los de la Cuesta, casado con Elena, ADN de Iruña tiene dos niñas rubias que saltando el tópico feminista, algún día también echarán de menos el capotillo del santo. Anteayer Chapu, un seis de julio, dio la vuelta al calendario y cumplió 40 años. Hoy celebra con el entusiasmo con el que se desarrolla la primera corrida de los Sanfermines, a la que nos regala televisivamente sus comentarios, la felicidad de vivir. Porque la salud o la muerte son plegarias de cada pamplonica de nacimiento o de adopción, es algo íntimo de los que rezamos al santo cada 7 de julio. El patrón, el periódico de Chapu y la moneda de la fortuna cada día a las ocho de la mañana.