Toros
Solitaria oreja para Roca Rey y mal de espadas de Talavante en Huelva
Pobre resultado artístico el cosechado en la última corrida de toros de a pie en las Fiestas Colombinas, con un encierro de Núñez del Cuvillo que no respondió a las expectativas. Lo más destacado estuvo en las manos de Alejandro Talavante
Pobre resultado artístico el cosechado en la última corrida de toros de a pie en las Fiestas Colombinas, con un encierro de Núñez del Cuvillo que no respondió a las expectativas. Lo más destacado estuvo en las manos de Alejandro Talavante.
El diestro peruano Andrés Roca Rey cortó la única oreja del tercer festejo de las Colombinas de Huelva, una tarde en la que Alejandro Talavante hizo el mejor toreo, aunque acabaría perdiendo el triunfo por sus repetidos fallos con los aceros en los dos astados de su lote.
Ficha del festejo
► Toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación y juego. Destacó la movilidad de segundo, tercero y, sobre todo, el quinto, que tuvo además mucha clase.
► José Antonio "Morante de la Puebla", silencio y silencio.
► Alejandro Talavante, ovación tras aviso y ovación tras dos avisos.
► Andrés Roca Rey, oreja y silencio.
► En cuadrillas, Juan José Trujillo saludó tras banderillear al segundo, y el picador Sergio Molina destacó picando al sexto.
► La plaza rozó el lleno en los tendidos.
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Lo mejor quedó sin premiar
Pobre resultado artístico el cosechado en la última corrida de toros de a pie en las Fiestas Colombinas, con un encierro de Núñez del Cuvillo que no respondió a las expectativas. Lo más destacado estuvo en las manos de Alejandro Talavante, que malogró dos buenas faenas con la espada, sobre todo la del segundo de su lote, el quinto de la tarde, que tuvo movilidad y clase en las embestidas.
Inédito quedó Morante con dos astados inválidos que no le dieron ninguna opción. Solo detalles en el toreo de capa en su primero al que lanceó con gusto y despaciosidad tanto en las verónicas de salida como en un quite a cámara lenta de igual guisa.
En el comienzo de faena de este primer toro se lo sacó a los medios con pinturería y poco más pudo hacer el torero de la Puebla del Río en este toro y prácticamente en la tarde. Saludó una ovación en su primero y se le silenció su actuación en el segundo, tras sendas estocadas.
Templado y con clase fue el primer oponente de Alejandro Talavante. Su recibo a pies juntos a la verónica con cadencia fue ovacionado por el respetable. También templado en el quite por chicuelinas rematadas con una larga con buena expresión. Se desmonteraó Trujillo tras dos buenos pares de banderillas.
La faena de muleta tuvo cadencia y ritmo, mejor si cabe por el derecho, con tres series muy templadas. Una serie al natural también encuentra la largura en las embestidas del animal. La última serie por el pitón derecho fue la mas conseguida, más roto el torero y con más ajuste, de una faena pulcra pero que llegó a conectar con los tendidos con rotundidad.
Malogró el posible trofeo con el acero, con dos pinchazos y un pinchazo hondo, que hacen que el toro se eche acobardado, tras aviso.
Un mero trámite fue la lidia del quinto hasta la faena de muleta, donde Talavante dejó el toreo más templado y ligado de la tarde. Tras brindar al público, el toro noble, sin humillar en exceso, permitió al extremeño realizar un trasteo lucido y estético, con especial énfasis en la magnífica mano izquierda del torero.
De nuevo la espada privó a Talavante de un triunfo con tres pinchazos y una estocada corta y descabello, tras dos avisos.
Protestado de salida fue el tercero de la tarde, toro de escaso trapío, sin remate. Sólo el quite de Roca Rey por caleserinas despertó al público del sopor. El toro tuvo movilidad y repetición, por lo que resultó un trasteo ligado en los inicios de la faena.
Derrotaba por el pitón izquierdo y los naturales no resultaron tan limpios. Tampoco le permitió el astado el toreo encimista tan propio del peruano, por lo que la faena no consiguió mayores cotas. Una gran estocada le permitió la consecución de un trofeo.
El sexto fue reservón en los primeros tercios, demostrando su condición de manso, recetándole un buen puyazo Sergio Molina que guardaba la puerta. Soso y vulgares fueron las embestidas del toro en la muleta de Andrés Roca Rey, con escaso recorrido y transmisión. La faena resultó deslucida, con un público ya cansado.
Se puso complicado para la suerte suprema y el peruano acaba con él con estocada desprendida tras pinchazo. EFE
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