Pamplona
«Voy con hambre a Pamplona»
El diestro madrileño habla para La Razón de la repercusión que para él ha tenido la oreja lograda en Madrid, y describe el momento en el que se encuentra, ahora que se cita por cuarta vez con el ruedo de Pamplona
- ¿Después de haber lidiado más de una veintena de toros de José Escolar, cómo los definiría y qué aspectos tiene más en cuenta a la hora de enfrentarse a ellos?
- Es un toro muy especial por su encaste, y es una de las ganaderías denominadas «duras», pero que como en todas hay toros buenos, malos y regulares. Pero también es una ganadería que me ha dado triunfos grandes en plazas importantes, como Dax o Jerez, aunque no es una ganadería precisamente asequible, es de las que no pone las cosas fáciles al torero, tienen gran complicación, son toros que te exigen mucho, y es muy importante aguantarle la mirada, pero esperemos que sea una tarde triunfal, y que embistan, que es lo que deseamos todos, tanto el ganadero como el torero.
- ¿Cómo de importante cree que ha sido el trofeo cosechado en San Isidro, cree que el coso madrileño quita tanto como da?
- Es algo que ha cambiado mucho, pero no solo en Madrid, el toreo tuvo una etapa de explosión, de gran demanda, durante la que había toros hasta en cualquier aldea remota, pero ahora mismo la economía ha hecho recortar muchísimo el presupuesto. Por ello, ahora los triunfos en Las Ventas ya no son tan reconocidos como antes, aunque es verdad que siempre sirve triunfar en Madrid, en primer lugar moralmente para los toreros, y luego para que las empresas sepan quién ha triunfado en Madrid y quién está en mejor nivel. Pero está claro que si lo que he hecho este año en el coso madrileño, lo hubiese hecho quince o veinte años atrás, estoy seguro de que habría toreado un número mucho más alto de corridas.
- ¿El hecho de no haber podido triunfar en sus anteriores apariciones en Pamplona, es una motivación más para este año a Pamplona?
- Sí, por supuesto, porque fueron tres corridas en las que no se pudo triunfar y no hubo suerte, y este año se va con esas ganas, con esa hambre, la intención de montar un lío y dar una buena tarde de toros.
- ¿Cómo valora el público de Pamplona y cómo lo compararía con respecto al de Madrid?
- Son públicos totalmente diferentes, el público de Pamplona, en realidad concentra dos tipos de afición algo antagónicos, el de sombra, que es un aficionado serio al que le gustan las cosas bien hechas, y luego, el de sol es un aficionado que va a la fiesta, es más animado y ellos centran el interés cuando pasan cosas buenas en el ruedo, y por eso espero hacer cosas importantes delante del toro, para que se conjuren esos dos tipos de afición. Y Madrid es totalmente lo contrario, es una plaza muy seria, muy exigente y que aprieta mucho al torero. Pero sin embargo, tampoco puedo decir que la afición de Pamplona es un público más fácil para mí, porque allí todavía no he conseguido triunfos, y en Madrid sí. Cada plaza tiene su dificultad y su momento, y el momento de Madrid sí lo he cogido, y creo que me respetan porque mis actuaciones son sinceras, tanto para bien como para mal, y así me lo han valorado, y de ahí las tardes buenas y de triunfo que he tenido en Madrid. Y ahora toca hacer lo mismo en Pamplona.
- Después de esta cita con el ruedo navarro, tiene otras dos en Francia, ¿cree que para toreros como usted, es más fácil encontrar oportunidades en Francia que en España?
- A mí Francia me encanta. Francia es la que me sacó del pozo en el que estaba, y allí tengo gran cartel, gran ambiente y así me lo han demostrado durante estos años en los que he estado toreando. La verdad es que en Francia, aunque ahora está empezando a cambiar un poco, lo normal es que al torero que triunfa, la afición gala le apoye a muerte, y de una corrida buena puedes sacar tres o cuatro más, por eso yo le estoy tan agradecido a Francia y soy tan fan de la fiesta taurina allí.
- ¿Evalúa esta temporada como la mejor de su carrera, al haber cortado esa oreja en Madrid?
- Bueno, la mejor temporada de mi carrera no, porque de momento no hay muchos contratos. No se va a torear el número de corridas que yo quisiera. Pero bueno, este año ha sido un San Isidro especial, después de que el año pasado no salieran bien las cosas ya que no me encontraba psicológicamente en mi mejor momento, y por eso iba este año con más presión, pero lo hecho en Madrid y durante este año, lo califico como una actuación muy importante.
- ¿Con cuál de sus compañeros de profesión le gustaría que le diesen oportunidad de compartir cartel?
- Con las figuras de hoy en día, ya que son los que hacen que los festejos y las actuaciones de los que comparten cartel con ellos, sean más mediáticas y de mayor impacto, pero también me gustaría coincidir con aquellos toreros jóvenes que están emergiendo, como López Simón, Álvaro Lorenzo, Ginés Marín o Garrido.
- ¿Cree que por fin se está dando ese ansiado relevo generacional, esa oportunidad de dejar hueco en los carteles importantes a las promesas del toreo?
- Siempre cuesta, y las figuras no es que no dejen pasar, pero ellos también necesitan avales para entrar en esos carteles se tienen que hacer méritos como se están haciendo hoy en día y, por eso las figuras, últimamente, se están alternando con los toreros revelación, que vienen con ganas de querer funcionar y ser figuras del toreo. Por ejemplo, estos que te he dicho, están toreando con los grandes fenómenos y ahí es donde se tienen que medir, e incluso entre ellos se están retando para ver si son capaces de aguantar ese tirón o no.
- Está a punto de cumplir diez años de alternativa, ¿cómo resumiría estos diez años?
- He aprendido muchísimo, creo que he ganado en calidad, en conocimientos y en madurez. Cada vez llevo más toros matados y más tentaderos y festejos celebrados, y eso, al fin y al cabo te ayuda a acumular experiencia, y estoy seguro de que año tras año he ido cogiendo conocimiento y habilidad.
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