Globos de oro: el año de las mujeres

Se prevé una edición en la que se repita el triunfo que ya obtuvieron en los Emmy las producciones «The Handmaid’ Tale» y «Big Little Lies».

Puede que en el apartado de series de los Globos de Oro los espectadores se sientan como Bill Murray en «Atrapado en el tiempo» (1993), instalados en el día de la marmota viendo que las estatuillas y los discursos de agradecimiento ya los han vivido en la ceremonia de los Emmy. Será lo más probable porque es difícil que sean discordantes los veredictos que dieron los académicos de las Artes y las Ciencias de la Televisión y los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood. Sin embargo, no se descartan sorpresas porque han entrado en las distintas categorías series que, por razones de calendario, no estuvieron presentes en septiembre. Por ejemplo, en Mejor Drama. Aunque parece improbable que los responsables de «The Handmaind’s Tale» –la sobria y brillante adaptación de la novela de Margaret Atwood– no suban al escenario, puede que haya habido una «foto finish» para ver quién se fotografía con el galardón, porque la séptima temporada de «Juego de tronos» también es candidata. «The Crown», «Stranger Things» y «This Is Us» se saben convidadas de piedra, aunque la serie sobre la reina Isabel II debería tener la mejor de las suertes. Lástima que el factor sorpresa no juegue esta vez a su favor.

En el apartado de comedia, ¿qué decir? Sin «Veep» pierde un poco su esencia. Mosquea que esté en la lista «Will & Grace», que ha regresado a la pequeña pantalla después de que se cancelara en 2005. Tienen una deuda con ella tras estar 29 veces nominada a los Globos de Oro, pero gusta muchísimo «Master of None» –una serie que está a vueltas con un actor treinteañero que no sabe qué hacer con su vida– y puede alzarse con la victoria. Sin dudar de su calidad, sería un pelín injusto ante la visión actualizada, y que esquiva los tópicos de ser una madre soltera, que ofrece «Smilf». «Black-ish» es una comedia de negros previsible (en ese sentido, «Cosas de casa» era mucho más resultona) y «The Marvelous Mrs. Maisel» no tengo el gusto de conocerla.

Sería bueno decir que en la categoría de Miniserie habrá rivalidad, pero mucho me temo que el alegato femenino de «Big Little Lies» se va a imponer a otro legendario, y mucho más poderoso, que muestra «Feud: Bette and Joan», con dos actrices, Bette Davis y Joan Crawford,que durante el rodaje de «¿Qué fue de Baby Jane?» (1962) mostraron todas sus inseguridades en una industria donde no se perdona que las actrices sigan cumpliendo años. «Fargo» acusa el desgaste, no se puede estirar más, «The Sinner» no es una opción ganadora por razones que desconozco y no sé que han visto los críticos en «Top of the Lake: China Girl» para que esté presente.

Machismo

Tal y como está el panorama audiovisual estadounidense –con los múltiples casos de acoso sexual a la actrices por parte de Harvey Weinstein, en el caso de Kevin Spacey a actores y otros jerifaltes que salpican un día sí y otro también las páginas de los periódicos–, va a ser el año de las mujeres y de las series sobre, ellas. Con sus diferencias, «The Handmaind’s Tale», «Big Little Lies», «Feud Bette and Joan», «The Crown» y «The Deuce» muestran cómo el machismo permanece en la sociedad aunque se reinventa generación tras generación y que la posición del género femenino, a pesar de los múltiples avances, sigue estando en desventaja. Cada una de las actrices que suba lo subrayará y no faltaran los varones que también lo hagan. Ya se sabe que va a ser una gala reivindicativa. Y los premios también.

¿Donde está David Lynch?

¿Por qué en unos premios que da la crítica no está «Twin Peaks» cuando fue bendecida por los mismos que hoy votan? Es una pregunta sin una respuesta lógica. También se echa de menos dos de las mejores series que se han estrenado en el último tramo de la temporada, el «thriller» psicológico «Mindhunter», de Netflix, y «The Deuce» (HBO).

Esta es la quiniela