"El mundo en llamas": La II Guerra Mundial como nunca la has visto

La miniserie se aleja del frente de las grandes batallas para dar el protagonismo a las personas anónimas de la contienda.

La II Guerra Mundial es en sí misma un género cinematográfico y televisivo. Abundan filmes y series bélicas sobre el conflicto y el Holocausto. Sin embargo, en pocas ocasiones se ha puesto el foco en la población civil, al menos no cómo lo hace «El mundo en llamas», una miniserie de siete episodios de la BBC –que en la mayoría de las veces es como un certificado de calidad– que hoy estrena Movistar Seriesmanía. ¿Qué es lo que la diferencia del resto? Sus personajes raramente pisan en frente, pero sí que experimentan las consecuencias de la contienda. La producción abarca el período entre 1939 y 1040: la invasión de Polonia por parte de Hitler, la caída de París, la Batalla de Dunkerque e Inglaterra... Todos estos hechos están ya en la Historia. Pero, ¿qué pasa con los que, de una manera u otra, se vieron afectados y tenían más heridas emocionales que físicas? Esto es lo que cuenta «El mundo en llamas» con la singularidad de que lo hace a través de personajes de distintas nacionalidades –para ello han elegidos intérpretes oriundos de cada país– clases sociales dispares y diferente tendencias sexuales. Así, Sean Bean («Juego de tronos») encarna a un revisor de autobús británico que sobrevive más que vive. Los traumas que arrastra desde la I Guerra Mundial –tiene recurrentes pesadillas y ataques de pánico– le han convertido en un pacifista, aunque piensan que es un cobarde; Albert (Parker Sawyer, «Succession») es un saxofonista que trabaja en un club de París y que se enamora en el peor momento de un médico americano; Jonah Hauer-King se mete en la piel de Harry, un joven que madura por los imperativos históricos, ya que como traductor en Varsovia conoce de primera mano los padecimientos de la población polaca. Al tiempo, vive su propio calvario amoroso entre lo que tiene que hacer y lo que le dicta su corazón.

Protagonismo femenino

«El mundo en llamas» explora cómo la conflagración, en contra de lo que pudiese parecer, le da alas a la mujer. Ante la ausencia de los varones toman más protagonismo en la sociedad y buscan recovecos para ser más independientes, algo que germinó durante la Gran Guerra. Una de las exponentes de esta emancipación es Lois Bennet, que trabaja en una fábrica de Manchester e inicia una carrera como cantante en un club. También las féminas periodistas empezaron a reclamar su protagonismo. Junto a la Guerra Civil española, fue el primer conflicto en el que, de forma incipiente, dieron cumplida cuenta de lo que ocurría. Ahí están Clare Hollingworth, periodista de «The Telegraph», y Lee Miller, de «Vogue». Ambas son homenajeadas en el personaje que interpreta Helen Hunt («Mejor... imposible», 1997), Nancy Campbell. El guionista de la ficción, Peter Bowker, la describe como «una corresponsal de guerra estadounidense que no puede encontrar la paz a menos que su vida esté en peligro».

Basada en diarios y cartas de la época

Aunque no se inspiró en personajes reales, Bowker sí que rastreó en archivos para darle cuerpo a los personajes. «Usamos los testimonios que se encontraban en los manuscritos de muchos británicos. En ellos, cuentan su vida cotidiana durante aquellos años». Para el personaje de la joven Kasia buceó en una biblioteca en la que se guardaban diarios de muchachas polacas.