Televisión
Una botella de agua, el último de los grandes errores de "Juego de Tronos"
Los seguidores de la serie han detectado numerosos fallos a lo largo de los ocho capítulos de la serie
La última temporada de la serie más laureada de la historia ha decepcionado a muchos por su desenlace inesperado y por los fallos en la edición de las imágenes. Si muy comentada fue la presencia de un vaso de Starbucks (Emilia Clarke -Daenerys- había pedido un té de hierbas durante el rodaje), en el último capítulo se puede ver una botella de litro y medio de agua junto a los pies de los protagonistas. La expectación que ha generado la serie ha hecho que los fieles hayan revisado cada capítulo a conciencia y hayan encontrado notable errores a lo largo de las ocho temporadas.
En el primer capítulo ya se pudo ver a un extra caminando en vaqueros y botas por detrás de Jamie Lannister.
En el episodio 8, Catelyn Tully sostiene un papel en su mano derecha que cambia de forma en función de la toma. Desde atrás se ve más alargado y por delante aparece totalmente enrollado.
En ese mismo capítulo, Sansa Stark comparece ante Cersei y Jofrfrey Baratheon, después que que degradaran a uno de sus generales. Las armas del militar están en el suelo, dentro de un cuadrado negro, pero cuando Sansa se arrodilla ante ellos, las armas se han salido misteriosamente del cuadrado sin que nadie lo haya tocado
En la quinta entrega de la segunda temporada, Brienne camina acompañada de un caballo y lo ata a un árbol. El animal aparece manchado de barro pero en la siguiente escena, el caballo aparece totalmente limpio.
En el episodio 8 de la misma temporada, Tyrion Lanister está sentado en la mesa mientras su hermana le esta echando una dura reprimenda. Tyrion se quita un pañuelo kilométrico del cuello y, escenas después, se lo vuelve a quitar y lo deja sobre la mesa. Poco después el pañuelo ha menguado y ha quedado reducido a menos de la mitad.
En la cuarta temporada se produjo uno de los errores de bulto más grandes de la serie. Melisandre, la sacerdotisa roja al servicio del rey Stannis Baratheon, tiene un collar que la dota de gran belleza y juventud. Cuando se lo quita, se convierte en una anciana decrépita. Sin embargo, en una escena de este capítulo se la puede ver desnuda dándose un baño sin el preciado collar y con su aspecto lozano.
En el capítulo, "La batalla de los Bastardos", la espada de Jon Nieve se vuelve de goma. A pesar de estar hecha de acero Valyrio y de ser la única capaz de matar a los caminantes blancois, cuando Jon NIeve sube a su caballo, la espada se mueve para todos los lados, con una flexibilidad impropia de un arma tan poderosa.
En la décima entrega de la quinta temporada, Stannis Baratheon está mal herido en una pierna apoyado en un árbol. Era una de las escenas más importantes de la entrega porque suponía la muerte de uno de los personajes importantes. La imagen promocional del capítulo mostraba a Stannis y debajo de su pierna se podía ver lo que parecía el cargador de un ordenador portátil.
Pero la mayor concentración de errores se han producido en la última entrega. El primero, el pelo de Daenerys, que cambia de peinado por arte de magia entre una escena y otra.
El café de Sturbucks, tan comentado y que ha generado memes y que hasta la propia multinacional haya comercializado vasos basados en la anécdota.
En la imagen promocional del quinto capítulo, Jamie Lannister había recuperado la mano derecha que perdió por debender a Brienne de Tarth. En la foto se puede ver a Jamie abrazando a su hermana y se ve con claridad que tiene la extremidad intacta. Sin embargo, en la emisión del capítulo este error había sido solucionado y ya aparecía con la prótesis que ha caracterizado al personaje.
Y para acabar, la botella de agua de la última entrega. Pero ese es un mal menor para los creadores de la serie, que han decepcionado a los seguidores con esta última temporada. De hecho, una petición en Change.org reúne cerca de 1,5 millones de firmas para que se vuelva a rodar. Lo cierto es que los últimos capíttulos han sido duramente criticados. La segunda entrega, por su oscuridad, que apenas dejaba ver a los espectadores lo que estaba ocurriendo en la pantalla. La taza de té y la botella de agua son sólo dos anécdotas, que fueron o serán eliminadas, pero lo que no se puede cambiar es el final, tan inesperado como decepcionante para muchos.
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