Badajoz

Cañamero, un «microespacio» de la Red Natura bajo tierra

Cañamero, un pequeño pueblo en el sureste de la provincia de Cáceres, da nombre a un peculiar espacio ("microespacio"en este caso) de la Red Natura 2000; peculiar porque apenas ocupa una superficie de dos hectáreas, pero sobre todo porque se encuentra bajo tierra: es el "Túnel de Cañamero".

El lugar está propuesto como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) -las dos figuras de protección previstas en la Red Natura 2000- y es uno de los mejores ejemplos para comprender por qué muchos de los espacios de esta Red se han convertido en el hábitat perfecto para muchas especies, a pesar de estar muy intervenidos por el hombre, en este caso "fabricado"por él.

Así, el "túnel de Cañamero"fue construido durante la primera mitad del siglo XX e iba a formar parte de la línea de tren que uniría -recortando distancias- Madrid y Badajoz, unas obras que fueron definitivamente abandonadas en los años sesenta.

Pero esta inacabada infraestructura ha terminado por convertirse en el hábitat idóneo para varias subespecies de murciélagos, y en uno de los mejores lugares de invernada de la península ibérica para dos de ellos: el "murciélago de Cueva"(Miniopterus schreibersii) y el "murciélago grande de herradura"(Rhinolophus ferrumequinum), que tienen aquí una de las colonias más importantes de España.

El lugar ocupa una superficie de apenas dos hectáreas, las que se extienden a los largo de los cerca de 600 metros de longitud del inacabado túnel de hormigón y roca natural, que se encuentran encharcados durante todo el año, lo que disuade la presencia humana y facilita su invernada y su reproducción.

Además del "murciélago de cueva"y del "murciélago grande de herradura", en el túnel de Cañamero se localizan ejemplares del "murciélago mediterráneo de herradura"(Rhinolophus euryale) y el "murciélago ratonero grande"(Myotis myotis).

Cuevas naturales, minas abandonadas o túneles en desuso son los mejores refugios de estos animales, ávidos además de los espacios abiertos y arbolados como los que encuentran en el entorno de Cañamero.

Son además animales que no rehuyen el contacto con el hombre y que apenas causan daños en edificios o cultivos, ya que sólo la excesiva acumulación de excrementos en el mismo lugar, algo que no suele suceder en España, puede llegar a ocasionar algún perjuicio.

Según datos de la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (SECEMU), dedicada al estudio y protección de estos animales desde hace 25 años, todas las especies de murciélagos identificadas en España están protegidas por la legislación estatal y algunas especies también por normativas internacionales.

Esta asociación -vinculada al Departamento de Zoología y Antropología Física de la Facultad de Biología de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid)- advierte de que las principales amenazas para la especie son la alteración de sus hábitats naturales, las molestias o actos vandálicos que se registran en sus refugios -sobre todo durante la cría o la invernada-, la pérdida de refugios debido a la restauración de edificios o la muerte por intoxicación a causa de los pesticidas que se utilizan en el campo.

La Red Natura 2000 es la mayor red coordinada de áreas protegidas del mundo, y el principal instrumento de conservación de la biodiversidad de la Unión Europea; en España los espacios de esta Red suman casi quince millones de hectáreas -casi el treinta por ciento de la superficie-.