Turismo sostenible
Castilla-La Mancha, 360º de destino de naturaleza
La región castellanomanchega brinda al viajero los ingredientes necesarios para una escapada redonda en los próximos puentes
Castilla-La Mancha es literatura, los icónicos molinos de viento de Consuegra son tan reconocibles como «El Quijote» en el imaginario colectivo, pero también es naturaleza y biodiversidad. No resulta ningún misterio para los amantes del mundo natural que esta tierra sirve de refugio para el felino más singular de la Península: el lince ibérico (el 30% de su posblación vive en esta región ). Sus cinco provincias esconden siete parques naturales y dos parques nacionales ricos en paisajes, en especies y en propuestas de turismo activo para disfrutar estos cuatro días de puente de los Santos. De las Tablas de Daimiel en Ciudad Real a Cabañeros, el territorio alberga 3.000 especies de plantas diferentes y 350 tipos de aves que lo convierten en un espacio privilegiado para el avistamiento de pájaros. Además, su combinación de humedales, lagunas, roqueros, zonas de montaña, dehesas centenarias, llanuras desérticas y ciudades con encanto ofrecen al visitante mil y una posibilidades de aventura (senderismo, espeleología, rappel, rutas micológicas) o de descanso (cañones fluviales, cielos estrellados, arte moderno, arquitectura, teatro clásico y gastronomía).
Empezamos por la provincia de Guadalajara: su sierra norte acoge las cumbres más altas de la región, ideales para actividades de montaña y para perderse en las tonalidades que ofrece el otoño. En el Parque Natural del Alto Tajo se pueden admirar los cañones entre los que discurre el más largo de los ríos españoles en su curso alto, deleitarnos en sus vistas o admirar en vuelo una especie de gran valor ecológico como el águila perdicera, uno de los animales preferido del famoso divulgador Félix Rodríguez de la Fuente. Si lo que queremos es di frutar de un paseo y una buena comida, nada mejor que darse una vuelta por los pueblos negros o perderse por las calles de Sigüenza, lugar por el que pasaron hace cientos de años algunos de los pobladores más antiguos de la Península: celtíberos, romanos, visigodos y árabes. La ciudad cuenta con dos restaurantes con estrella Micheli: El Doncel y El Molino de Alcuneza y su gastronomía destaca por productos como el chorizo y el torrezno o recetas como la gustosa sopa castellana.
Hacia el este encontramos las provincias de Cuenca y Albacete. Si hay un lugar donde admirar a partes iguales las creaciones de la naturaleza y del hombre es, sin duda, Cuenca. La ciudad encantada, el nacimiento del río Cuervo o la vasta Serranía conquense harán las delicias tanto de niños como de adultos, senderistas profesionales y profanos y en la misma ciudad se podrán admirar las casas colgadas construidas entre los siglos XV y XVI aprovechando los vertiginosos desfiladeros sobre el Huécar. Y , ¿porqué no disfrutar de arte abstracto? El Museo de Arte Abstracto es toda una referencia nacional y cuenta con una colección de pintura y escultura de artistas españoles de los 50 y 60.
Una tierra tan fascinante esconde también productos únicos en sabor y autenticidad como las truchas, los quesos, el cordero o las perdices y recetas de primera como el morteruelo, los zarajos, el ajoarriero o el resolí a la cabeza. No en balde, Cuenca ha sido elegida como Capital Gastronómica de este 2023.
Un rosario de humedales separa las provincias de Cuenca y Albacete. Las lagunas de Ruidera son el lugar ideal para admirar los mil y un tonos de azul y turquesa del agua. El parque natural está formado por quince lagunas que a lo largo de 30 kilómetros constituyen el valle del Alto Guadiana y en su parte más alta el lugar de nacimiento del río Guadiana. Existen zonas de baño y un sinfín de actividades, desde el kayak a buceo, cursos de iniciación a la astronomía o a la marcha nórdica.
Ciudad Real, ya en el sur, aloja áreas naturales como el parque natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, sus magníficas dehesas se extienden casi hasta donde alcanza la vista, o el Parque Nacional de Cabañeros, ya en la linde con Toledo, donde la dehesa da paso al bosque mediterráneo de Europa, que se conserva intacto. La localidad de Almagro puede ser también un punto de referencia para visitar este puente, ya que alberga el único corral de comedias que se ha mantenido intacto y en activo desde el siglo XVII hasta hoy, y que es, en buena parte, el emblema de la ciudad.
Ya en el oeste, Toledo, un enclave que no necesita introducción, por algo la ciudad es Patrimonio de la Humanidad, y sí innumerables visitas para apreciar toda su riqueza cultural y artística. A su imponente casco histórico, que parece hablar todavía en mozárabe, se le suma el intrincado meandro del Tajo; un paisaje geológico único que se puede disfrutar a pie partiendo de la estación de trenes hasta perderse en el Camino Natural del Tajo. Un paseo que permite admirar el puente de Alcántara o las siluetas de joyas arquitectónicas como la Catedral de Santa María y el Alcázar.
Raíz culinaria
►La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha apostó hace un tiempo por crear el sello Raíz Culinaria para representar la cocina que define a la Comunidad Autónoma. Una forma de rendir tributo a la tradición y al origen de esta cocina sincera y con identidad. Hay una selección de restaurantes embajadores de este sello que se puede consultar en la web: https://raizculinaria.castillalamancha.es/ es/restaurantes
►Para ver más actividades y planes consultar https://www.viajesporcastillalamancha.es
►Reportaje elaborado con el patrocinio de la JCCM
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