Viajes
Amsterdam no es para tanto... ¿o sí?
Existen maravillosos rincones en la ciudad que aún están por ser descubiertos
Esta guía es para aquellas personas que ya han visitado la ciudad en más de una ocasión o que, por el contrario, son nuevas pero quieren realizar una visita rápida sin perderse los puntos más emblemáticos y sin dejar de visitar pequeñas curiosidades del lugar.
Ámsterdam es la capital de los Países Bajos. La ciudad se encuentra situada entre la bahía del IJ al norte y a las orillas del río Amstel al sureste. Su asentamiento se remonta al siglo XII d.C. y se cuenta que su origen se debe a un pequeño pueblo pesquero que allí comenzó a nacer. En la actualidad es la ciudad más grande del país y un gran centro financiero y de proyección cultural internacional.
Tiene una población de más de 800.000 habitantes y forma parte de la conurbación neerlandesa junto con las ciudades de La Haya, Rotterdam y Utrecht. Su centro histórico fue construido en gran parte en el siglo XVII y hoy en día es uno de los cascos más grandes de Europa. Aun así sigue siendo una ciudad fácil de visitar y atrae cada año a miles de turistas debido a sus lugares de fiesta y a sus emplazamientos emblemáticos.
Existen dos formas de viajar y conocer un país y su cultura. Está el método tradicional, por el cual paseas por sus calles durante días haciendo fotografías a los típicos emplazamientos. Y luego están esos viajeros curiosos que, aunque pasan menos tiempo en las ciudades, procuran recorrer sitios alternativos y peculiares que les enseñen más sobre la personalidad del lugar.
Ámsterdam es la típica ciudad europea elegida por los habitantes de los países vecinos para pasar un fin de semana. Cuando llega el otoño son muchos los ciudadanos que lo eligen para pasar los días de puente, debido a que es relativamente pequeña y a que los vuelos hacia allá son relativamente económicos, lo que facilita la afluencia de gente. Esta guía es para aquellas personas que ya han visitado la ciudad en más de una ocasión o que, por el contrario, son nuevas pero quieren realizar una visita rápida sin perderse los puntos más emblemáticos y sin dejar de visitar pequeñas curiosidades del lugar.
Siete rincones para una visita rápida
Si tenemos poco tiempo y nos preguntamos qué ver en Ámsterdam en dos días, aquí van algunos consejos.
El museo de las gafas
El museo de anteojos es toda una curiosidad en Ámsterdam. La ventaja que tiene es que al no ser muy conocido no suele estar repleto de turistas y es fácil transitar por él. El museo consta de dos plantas en las que se expone la pasión de un coleccionista privado de gafas, la cual abarca 700 años de historia de optometría. El hecho más divertido es que en la planta baja se puede encontrar la recreación de una tienda de gafas de 1930 donde se pueden adquirir ejemplares de todo tipo.
Las playas de Het Twiske
Situadas a tan solo 5 kilómetros del centro, su ubicación las convierte en un punto idóneo para acercarse durante una pequeña escapada a la ciudad. La reserva natural de Het Twiske es un lugar magnífico para disfrutar de los paisajes holandeses. Hay kilómetros de caminos y sendas para explorar y admirar los famosos molinos y campos que allí se encuentran.
Jordaan
Aunque está en el centro no son muchos los turistas que se adentran profundamente en él. Esto se debe a que hasta hace pocos años era una zona algo degradada, pero hoy día está resurgiendo y se está volviendo un lugar de moda donde encontrar pequeñas tiendas, bonitas cafeterías e interesantes mercadillos. Si se visita la ciudad en verano, es un lugar idóneo para cenar “al fresco”.
Museo del tulipán
Es un pequeño museo en el que se rinde tributo a la flor más famosa del país, recorriendo la historia de su cultivo y de su comercialización en Holanda en el siglo XVII. Además, está situado en el piso de arriba de una pequeña tienda de tulipanes, por lo que al salir se pueden adquirir unos maravillosos bulbos para el jardín.
Nieuwe Kerk
Uno de los secretos mejor guardados de la ciudad es el púlpito de la iglesia medieval de Nieuwe Kerk. Si uno se fija bien en esta obra de madera tallada durante diecinueve años, se encontrarán pequeños y simpáticos angelitos en la barandilla. Es una obra maravillosa que se visita en poco tiempo.
La Biblioteca Pública de Ámsterdam
Aunque muchos podrán pensar que podría ser aburrido, no hay de qué preocuparse, pues allí no se encontrarán solo libros, sino una interesante arquitectura y periódicos de todo el mundo. También tiene WIFi gratis, algo muy útil cuando se viaja al extranjero. Además, la cafetería es muy buena y tiene unas vistas maravillosas de la ciudad.
Hay que alquilar un Canal Bike
Estos hidropedales son la forma más divertida y original de recorrer la ciudad y disfrutar a la vez de los canales de Ámsterdam. No son caros, suelen rondar los ocho euros y así se evitan las aglomeraciones en los barcos turísticos. Todo el que ha ido y lo ha probado ha disfrutado mucho de la experiencia, pues pueden ir con calma por la ciudad.