Vacaciones

Viajes de riesgo: La peligrosa moda del «ocio kamikaze»

Cada verano, el Ministerio de Asuntos Exteriores elabora una lista con los países «vetados» para los turistas, en esta ocasión 64. Aún así, proliferan las agencias de viajes que organizan escapadas de riesgo.

Más de 60 países integran la «lista negra» de los países a los que está “prohibido” viajar
Más de 60 países integran la «lista negra» de los países a los que está “prohibido” viajarlarazon

Cada verano, el Ministerio de Asuntos Exteriores elabora una lista con los países «vetados» para los turistas, en esta ocasión 64. Aún así, proliferan las agencias de viajes que organizan escapadas de riesgo.

Cuando uno prepara sus vacaciones de verano, en lo primero que piensa es en salir de nuestras fronteras, conocer nuevas culturas y vivir experiencias únicas e inolvidables. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se registraron 197,3 millones de viajes en 2018, un 1,9% más que en 2017, y la cifra apunta a ir en aumento en los datos de este año.

Sin embargo, esta adrenalina que suscita lo desconocido, en ocasiones, puede convertirse en una pesadilla para los turistas. Muchos intrépidos optan por viajar a países inseguros, donde el terrorismo se cuela en cada esquina y los viajeros se convierten en sus presas.

Otros destinos son objetivo de catástrofes naturales y también hay aquellos en los que las enfermedades son un inesperado contratiempo. Pese a que el turismo de supervivencia se ha convertido en la última tendencia hay muchos riesgos que deberían ser evitados, por eso desde el Ministerio de Exteriores de España se establece cada año los puntos negros del planeta, en esta ocasión 64 lugares a los que bajo ningún concepto es recomendado viajar. Aún así, hay quienes desoyen dichas advertencias.

«Este tipo de turismo no es apto para cualquiera y menos para los que piensan en una isla idílica en el paraíso. Van dirigidas a los que desean saber cómo reaccionarían en caso de desastres naturales, para quienes ansían ponerse a prueba y descubrir lo lejos que sus cuerpos y sus mentes pueden llevarlos», asegura el británico Philip Beale, director de Pioneer Expeditions, una de las compañías que se ha adaptado a las exigencias de esta última moda turística.

Beale es un apasionado de los viajes de riesgo desde que era muy pequeño. Logró hacerse con una plaza a bordo de la embarcación «Operación Drake» en 1978 cuando apenas tenía 17 años. Un viaje «muy enriquecedor» alrededor del mundo durante dos años en el que visitó países muy peligrosos e inseguros como Papúa Nueva Guinea. Y es que cuanto más lejano es el destino, mayor el reto, ya que implica entrar en contacto con costumbres exóticas, idiomas desconocidos e, inevitablemente, problemas de diversa índole.

«Irse lejos contribuye a separarte de los aspectos estresantes de la vida. Puede ayudar a mejorar tus perspectivas, a brindar nuevos puntos de vista y permite desarrollar nuevas estrategias para afrontar los problemas», escribe el médico canadiense Mel Borins en su libro «Go away just for the health of it» (algo así como «Vete lejos solo por lo saludable que es»).

Terrorismo y enfermedades

En la actualidad, el número de agencias turísticas especializadas en los viajes a destinos peligrosos e inseguros ha crecido exponencialmente ante la gran demanda de viajeros «temerarios» que desafían a la suerte sin preocuparles los numerosos atentados y muertes que se producen a menudo en estos países.

Uno de esos turoperadores es Wild Frontiers, que ofrece viajes a Afganistán, Pakistán e Irak, pese a la amenaza del grupo terrorista Estado Islámico. Todos ellos, destinos prohibidos por las autoridades españolas. Uno de sus paquetes de viaje se llama «Afghan Explorer» y consiste en un viaje todo incluido durante dos semanas por tierras afganas que pasa por Kabul, Herat y los lagos de Band-e-Amir, un circuito no exento de riesgos. Su precio es de 5.295 dólares (unos 4.700 euros).

«Nuestros clientes quieren ver más allá de lo que dicen en las noticias y descubrir por ellos mismos lo que está ocurriendo en estos lugares», dice Jonny Bealby, fundador de Wild Frontiers. Según Bealby, no se trata de viajeros «ingenuos» que sólo buscan aventuras, sino de personas «bien informadas y críticos hacia los medios» que, en su opinión, tienden a «exagerar la realidad» que se vive en estos países.

Una afirmación, que sin duda, pondrá los pelos de punta a los responsables de Exteriores que se esfuerzan porque la seguridad de los españoles no esté comprometida. La «lista negra» de este año la forman 64 países y existen varios niveles en cuanto a la calificación de estos destinos y la recomendación o no de viajar a ellos.

El más extremo lo forman nueve países en los que «se desaconseja el viaje bajo cualquier circunstancia»: Yemen, Siria, Afganistán, Somalia, Eritrea, Sudán del Sur, República Centroafricana, Libia y Papúa Nueva Guinea. Yemen vive una terrible guerra civil desde 2015 y allí «el riesgo de atentado terrorista es muy alto», «el riesgo de secuestro en todo el país es muy elevado», y además se vive una epidemia de polio.

En la misma situación se encuentra Siria, también en guerra civil desde 2011. Como indica Exteriores, ninguna zona del país está a salvo de posibles brotes de violencia, combates, bombardeos, ataques terroristas o secuestros. Además, como en Yemen, en Siria también la polio ha hecho de nuevo aparición en el país.

La violencia es también la razón principal por la que «se desaconseja bajo cualquier circunstancia» viajar a Afganistán, pues «existe un serio riesgo en todo el país de que se produzcan atentados y secuestros». No en vano, Afganistán fue el país en el que más personas perdieron la vida de forma violenta en 2018, unas 36.000 personas.

Lejos de Oriente Medio, la mayoría de países a los que se recomienda no viajar «bajo cualquier circunstancia» se encuentran en África. Somalia, que vive una guerra civil desde 1991, presenta un altísimo riesgo de terrorismo y secuestro. De hecho, dos barcos españoles, el Alakrana y el Playa de Bakio, fueron secuestrados por piratas somalíes en 2008 y 2009. Uno de los países fronterizos con Somalia, Eritrea, también aparece en la lista negra.

Por su parte, el país más joven de la Tierra, Sudán del Sur, que logró su independencia en 2011, también presenta un riesgo elevado para la seguridad. A la lista se suman República Centroafricana, en guerra civil también desde 2012, Libia, un país en descomposición y Papúa Nueva Guinea, este último con riesgo medio de malaria en todo el país, el VIH y tuberculosis.

Los 14 países que cierran estos destinos prohibidos son Venezuela, sumida en el caos, la hambruna y la violencia, Nicaragua, Irak, Mali, Burundi, Haití, Corea del Norte, Egipto, Níger, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Burkina Faso y Chad.

Islandia, la otra cara de la moneda

Por décimo año consecutivo, Islandia vuelve a ocupar el primer puesto del Índice de Paz Global como país más pacífico del mundo. Nueva Zelanda, Austria, Portugal y Dinamarca también se encuentran a la cabeza seguidos por Canadá, República Checa, Singapur, Japón e Irlanda. España ha caído tres puestos a raíz de la crisis catalana y ahora ocupa el puesto 32º de los 163 países analizados.

Por otro lado, la paz ha mejorado a nivel general por primera vez en cinco años, aunque el planeta sigue siendo menos seguro que hace una década. Asimismo, Europa mejoró levemente en comparación con el año pasado y se mantuvo como la región del mundo más segura copando 22 de los 36 primeros puestos del ranking anual.