Gastronomía
La fiesta vasca de la sidra desembarca en Madrid
El restaurante Sukaldean Bai Bokado propone al comensal vivir en primera persona el «txotx!» sin salir de la capital con un menú diseñado para la ocasión
Puede que nunca haya escuchado la expresión de «txotx!», pero si se deja caer entre los meses de enero y abril por alguna de las numerosas sidrerías que salpican el interior del País Vasco, seguro que acabará sonándole familiar. La explicación no es otra que el hecho de que ahora estamos en plena temporada del «txotx!», una de las fiestas más populares de la provincia de Guipúzcoa que homenajea todo lo relacionado con el mundo de la sidra.
Para entender mejor esta curiosa tradición es necesario traducir el término de «txotx», que es el cono de madera, también conocido como palillo, que tapa el agujero realizado en la cara vertical de los toneles o kupelas que guardan con esmero y sigilo la ansiada sidra. De esta manera, cuando los miembros de las cuadrillas exclaman entusiasmados la expresión de «txotx!», el encargado abre el tonel y comienza el espectáculo de ver caer la sidra a presión, como si de una cascada se tratara, sobre el vaso. Bien merece la pena vivir esta experiencia en una sidrería vasca, convertida en auténticos santuarios del buen comer y del buen beber. Pero si esto no es posible, el viajero puede hacerse una idea en la capital española gracias al restaurante Sukaldean Bai Bokado, ubicado en el número 55 de la madrileña calle Alcalá, a medio camino entre la Plaza de Cibeles y la imponente Puerta de Alcalá.
Menú a precio popular
Como buen restaurante vasco, de origen guipuzcoano, Sukaldean Bai Bokado ha querido hacer un homenaje a sus raíces con su propia temporada del «txotx!» con un menú de sidrería de los que quitan el hipo. En concreto, la propuesta está compuesta por tortilla de bacalao y txistorra, tal y como manda la tradición, seguido de bacalao frito con pimientos verdes que nadie puede perderse. El plato fuerte llega en forma de txuletón típico vasco de vacuno mayor a la parrilla, que resulta ideal para compartir. El broche final no puede ser más delicioso, pues se trata de queso de Idiazabal con nueces y membrillo, como es de rigor. Esta ristra de delicias está regada, como no podía ser de otro modo, con toda la sidra que sea necesaria y además por un precio muy popular de 35 euros, tal y como ocurre en las sidrerías vascas.
La excusa de la fiesta del «txotx» puede servir al viajero, además, para descubrir un restaurante que resulta de lo más recomendable en cualquier momento, ya que su carte propone un viaje por la cocina vasca de siempre y actual, moderna pero con fundamento para disfrutar sin prisa.
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