Turismo
Viaje por las ciudades fronterizas de México
De una punta a otra del norte de México hay más de 2.500 kilómetros. Se necesitarían alrededor de 24 horas en coche para cruzar los dos extremos. En la trayectoria, las ciudades fronterizas que limitan con los Estados Unidos ofrecen una experiencia única para contemplar la influencia cultural de ambos países y el mestizaje, así como la diversidad de paisajes, estilos arquitectónicos y gastronomía. A continuación, Visitmexico.com te explica la peculiaridad de cada uno de los lugares de esta increíble ruta por carretera.
Tijuana, bienvenidos al arte callejero
La ciudad de Tijuana, también llamada “esquina de México”, te espera para recorrer sus calles y sumergirte en su cultura tan multifacética y vibrante que se ha favorecido con la cercanía de Estados Unidos. El estilo ecléctico de esta ciudad fronteriza te hipnotizará con sus paredes convertidas en exposiciones de street art, sus antiguos pasajes comerciales tomados por artistas plásticos independientes, sus históricos edificios y su arco monumental, icono arquitectónico dentro de su estilo vanguardista. Comienza el recorrido en el Arco Reloj Monumental, que representa la puerta de entrada a la ciudad, donde se lee “Bienvenidos a Tijuana”, un cálido mensaje con los colores de la bandera mexicana. Una vez que has cruzado este punto, has llegado a la Avenida Revolución, una de las más emblemáticas de la ciudad y donde la gastronomía, el arte y las tradiciones se fusionan creando un mosaico de manifestaciones culturales que te sorprenderán.
Mexicali, Oriente en el México occidental
A dos horas y media de Tijuana se encuentra Mexicali, la capital del Estado de Baja California. La ciudad ha sido una mezcla de cultura china, americana y la indígena Cocopah a lo largo del siglo. Los nativos americanos Cocopah vivieron aquí por cientos de años y su herencia cultural y artística aún permanece viva. Mexicali fue oficialmente establecido en 1903, durante un esfuerzo por colonizar la frontera y establecer una sofisticada comunidad agrícola, llegando a ser la ciudad exportadora de algodón más importante del mundo. Una gran influencia asiática comenzó a llegar a partir del siglo XX, contratados para construir el sistema de riego del Valle de Mexicali. Por este motivo, la presencia asiática es visible en la cocina mexicana y china.
Heroica Nogales, montañas y desierto
Por la I-8 E y pasando por los Estados Unidos, podemos llegar hasta Nogales, en el Estado de Sonora, a unas 6 horas de Mexicali. Con un paisaje muy montañoso, desierto y cercano al Río Magdalena, Nogales cuenta con unas temperaturas que en otoño no bajan de los 30 grados. El Estado de Sonora es el segundo más grande de México. En la frontera norte del país, está rodeado por mar, desierto y montañas. Sonora es un gran destino cultural. Aquí se combinan las antiguas tradiciones de los pueblos yaquis, cucapás y pimas, con una importante historia religiosa. Otro atractivo es su excelente cocina, que combina magistralmente los productos del mar con los de tierra. No dejes de probar la machaca (carne seca), las chivichangas (tacos hechos con tortillas gigantes) y las coyotas (empanadas redondas de piloncillo).
Cruzando los Estados de Chihuahua y Coahuila, ya casi hemos llegado al Oeste de la frontera de México. Allí podemos hacer un alto en Reynosa, una ciudad del Estado de Tamaulipas. Hermanada con el municipio Reinosa de Cantabria, su nombre se debe al entonces virrey de la Nueva España Juan Francisco de Güemes y Horcasitas, que era nativo de este pueblo del norte de España. Cabe destacar el Parque Cultural Reynosa, un conjunto formado por un parque ecológico y un centro de arte y cultura. Es el centro cultural más importante del Estado de Tamaulipas y uno de los más destacados en el norte de dicho país. El turismo de salud tiene mucha importancia en esta zona, tal es así que Reynosa alberga el CETUM, el Consejo Empresarial de Turismo Médico.
Matamoros, turismo de compras y playa
A 88 kilómetros de Reynosa por la carretera del Río Bravo se encuentra Matamoros, una ciudad en el noreste del Estado de Tamaulipas, cuyo nombre no se debe a ninguna influencia del apóstol Santiago en el periodo colonizador. Entonces se llamaba Villa de Refugio, pero tras la Guerra de la Independencia de México, se cambió al nombre que tiene actualmente en honor a Mariano Matamoros, un sacerdote liberal que participó en esta contienda. Muchos estadounidenses cruzan la frontera para comprar artículos de consumo y artesanía mexicana. Matamoros también es un destino de playa y allí se organizan importantes torneos de pesca. A la orilla del mar hay muchos locales en los que se puede comer pescado frito o cócteles de mariscos. Además, Matamoros cuenta con varios museos y otros atractivos turísticos: Museo Casamata, Museo de Arte Contemporáneo, Museo de Agrarismo Mexicano y la Casa Cross, una vivienda de estilo colonial mediterráneo francés construida en 1885.
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