Sevilla

Alertan de una adjudicación del SAS «hecha a la medida» de una clínica privada

La Orden de San Juan de Dios y Cruz Roja recurren un concurso de asistencia sanitaria valorado en 51 millones

La Orden de San Juan de Dios, como Cruz Roja, venían renovando periódicamente el concierto
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Otra adjudicación de la Junta de Andalucía bajo sospecha. En esta ocasión se trata del concurso realizado por el Servicio Andaluz de Salud para la prestación de asistencia sanitaria complementaria a usuarios del SAS en centros hospitalarios de Sevilla mediante concierto. Un contrato millonario –supera los 51 millones repartidos en cuatro años–, y dividido en cuatro lotes, del que ha salido beneficiada principalmente la clínica privada Santa Isabel, en detrimento de organizaciones sin ánimo de lucro como Cruz Roja y la Orden de San Juan de Dios, que venían renovando periódicamente el concierto durante más de 20 años. A corto plazo –los contratos actuales vencen el 30 de junio–, la medida compromete la estabilidad laboral de las plantillas de estos centros que tienen como principal cliente al propio SAS. Sus trabajadores denuncian a LA RAZÓN que el SAS «ha hecho un pliego de condiciones a la medida» de la clínica privada, primando «sin sentido» los criterios que marcan la puntuación que determina el ganador. La resolución, emitida el pasado 20 de abril, deja dos vías de reclamación. La gerencia de San Juan de Dios y el hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja han optado por presentar un recurso potestativo de reposición, pero aún tendrían abierta la judicial, mediante recurso contencioso-administrativo.

El presupuesto base de licitación asciende a 11.592.246,96 euros. El anuncio se produce el 3 de marzo de 2015 y se presentan cuatro ofertas, los tres centros mencionados y la Clínica Santa Ángela de la Cruz, que quedaría excluida. Posteriormente, el 9 de abril, la Mesa de Contratación eleva al Órgano de Contratación su propuesta de adjudicación. Los dos primeros lotes son adjudicados al Hospital San Juan de Dios, correspondientes a «Estancias médicas, enfermos pluripatológicos y paliativos», con una dotación de 3.328.925,04 euros, y a la «Unidad de lesionados medulares», con 776.628 euros. El tercer lote se adjudica en un 40% a Cruz Roja (2.259.690,06 euros) para «Intervenciones con hospitalización, intervenciones de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) y Cirugía Menor Ambulatoria (CmA)», y el 60% restante a la clínica Santa Isabel, con 3.389.534,07 euros. Fuentes del hospital San Juan de Dios confirmaron a este diario que el centro se halla a la espera de conocer la decisión respecto al recurso presentado por la adjudicación que afecta a este tercer lote antes de pronunciarse.

Y el cuarto lote, «Procedimientos diagnósticos», se destina íntegramente a la Clínica Santa Isabel por un importe de 1.837.468,80 euros, lo cual perjudica considerablemente a Cruz Roja. En total, el SAS adjudica a la Clínica Santa Isabel 5.227.003,87 euros anuales, otros 4.105.553,04 euros al hospital San Juan de Dios y sólo 2.259.690,05 euros a Cruz Roja. La pérdida de ingresos es significativa. La Orden de San Juan de Dios se queda sin actividad quirúrgica y diagnosis y sin pruebas diagnósticas (ecografías, mamografías, endoscopias...) a Cruz Roja, dejando de ingresar la mitad y un tercio, respectivamente, de las cantidades concertadas años atrás.

El pliego de condiciones de la adjudicación detalla, además de criterios económicos, una memoria funcional del servicio ofertado, una proposición técnica y mejoras. Fuentes del personal de estas organizaciones sin ánimo de lucro explicaron que la clave de la adjudicación radica en el grupo de homologación de cada centro. Santa Isabel parte de su inclusión en el Grupo IV, frente al Grupo III del que parten San Juan de Dios y Cruz Roja. «Resulta incoherente e incomprensible pero es así. Pese a ofrecer un precio más caro, reciben mejor puntuación, con la única diferencia de que ofrecen el servicio de obstetricia. En cambio, la puntuación por llevar casi 30 años realizando un trabajo se reduce a 2,5 puntos. Tampoco se prima la profesionalidad, el bajo número de reclamaciones recibidas apenas cuenta. Y la misma mesa técnica valora la memoria funcional de Santa Isabel con cero puntos, frente al máximo conseguido por nosotros (10 puntos), en una muestra de que la clínica no tiene ni infraestructura ni medios profesionales en la actualidad (los está buscando)».

Las plantillas temen que se prescinda de muchos profesionales, pues la base de los ingresos es el SAS; ajustes que afectarían también a médicos y proveedores.