AVE

Adif ahorra 1.500 millones tras endurecer los concursos

El gestor ferroviario desembolsa 3.000 millones en la legislatura por obras en las que inicialmente planeaba gastar 4.500 millones.

Adif ahorra 1.500 millones tras endurecer los concursos
Adif ahorra 1.500 millones tras endurecer los concursoslarazon

El gestor ferroviario desembolsa 3.000 millones en la legislatura por obras en las que inicialmente planeaba gastar 4.500 millones.

El pasado 31 de agosto entró en servicio la nueva estación de tren del servicio de Cercanías de Soto de Henares (Madrid). La infraestructura ha tenido un coste de 3,2 millones de euros. Pero el precio inicial previsto era mucho mayor. Adif, la empresa pública que gestiona las infraestructuras ferroviarias, licitó el proyecto por 5,9 millones de euros, pero la empresa ganadora del concurso la construyó finalmente por 2,7 millones de euros menos.

El ejemplo de Soto de Henares ilustra a la perfección lo que Adif asegura haber logrado en esta legislatura: reducir de forma significativa los costes de sus proyectos. Según los datos que maneja la compañía, en estos cuatro años han construido infraestructuras ferroviarias por las que han desembolsado 3.000 millones de euros, cuando esos mismos proyectos inicialmente fueron sacados a concurso a un precio de licitación de 4.500 millones de euros, con lo que el erario público se ha ahorrado 1.500 millones.

La empresa que preside Gonzalo Ferre atribuye gran parte de este ahorro a los cambios que ha introducido en los pliegos de los concursos para adjudicar los contratos. Antes, en las ofertas que presentaban las constructoras, la parte técnica puntuaba entre un 50% y un 75% y la económica el resto. Ahora, las tornas se han invertido y los criterios técnicos representan el 25% de la puntuación y los económicos, el resto. «Lo que hemos conseguido con esto es introducir más competencia en los concursos y que se rebajen los precios. El sistema tiene más sentido así. Desde un punto de vista técnico, las propuestas que realizan las empresas suelen ser bastante parecidas. Lo que marca la gran diferencia entre ellas es la propuesta económica», explican fuentes de Adif. El recorte medio de las ofertas económicas que han presentado los contratistas sobre el precio al que el gestor ha licitado las obras –lo que en el argot del sector se conoce como baja– ha sido en estos cuatro años del 30%. Según los ingenieros, el principal perjudicado de estos tijeretazos es el diseño del proyecto, que apenas cuenta con el 1,5% del total del presupuesto, lo que en muchos casos impide su correcta realización. «Es cierto que las ofertas técnicas no difieren en exceso, pero el nivel de detalle de cada una sí. La falta de un estudio en profundidad de determinados aspectos puede inducir a errores de planificación que, a la larga, pueden encarecer mucho los proyectos», aseguran desde el Foro para la ingeniería de Excelencia (Fidex).

Gran calidad

Adif no comparte que precios bajos sea sinónimo de falta de calidad y sobrecostes en los proyectos. «Las bajas que se admiten no son temerarias y en ningún caso perjudican la calidad de los trabajos», aseguran. Incluso pueden adjudicarse obras a contratistas que ofrecen un precio un 50% o un 60% inferior al de licitación sin problemas de calidad, añaden. «Cuando se presenta una propuesta tan agresiva, se habla con el contratista para que explique de qué forma va a ejecutar el proyecto a un precio tan bajo sin necesidad de posteriores modificados para lograr beneficio. Si la explicación es coherente, se da luz verde», explican. Lo que puede ocurrir en ocasiones es que circunstancias como que la empresa tenga material en «stock» o una tecnología determinada muy avanzada le permiten ajustar mucho sus precios, argumentan.

Desde que llegó al cargo, una de las obsesiones de la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha sido recortar los sobrecostes que han formado parte del ADN de la obra pública. El Ministerio asegura que, cuando se produjo el cambio de Gobierno, había facturas en los cajones que sumaban 5.500 millones de euros. Ahora no queda ninguna, según ha dicho públicamente la ministra. Fomento asegura que no sólo ha finiquitado estas deudas, sino que ha evitado que se generasen nuevas. Según sus datos, entre 2004 y 2011, las desviaciones representaron de media el 8,9% del presupuesto inicial de las obras, lo que en euros se tradujo en un sobrecoste anual de 748 millones. Entre 2012 y 2014, se ha pasado a sólo 25 millones de desviación por ejercicio. Aunque el monto de la inversión ha sido más limitado en este trienio, Fomento defiende que también lo es que, en porcentaje, los sobrecostes se han reducido a sólo el 0,77%.