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El Govern mintió: reconoce que conocía la notificación pero no le dio credibilidad

El mayor de los Mossos argumenta que reciben «decenas y decenas» de avisos terroristas

El conseller de Interior, Joaquim Forn (i), junto al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero (d)
El conseller de Interior, Joaquim Forn (i), junto al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero (d)larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

El mayor de los Mossos argumenta que reciben «decenas y decenas» de avisos terroristas.

La diligencia de los Mossos d’Esquadra y del departamento de Interior en la prevención de los atentados terroristas de Las Ramblas y de Cambrils quedó ayer bajo sospecha después de trascender que la policía catalana recibió una alerta sobre un posible ataque en la emblemática calle de Barcelona. El conseller de Interior de la Generalitat, Joaquim Forn, y el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, tuvieron que salir al paso de estas informaciones y convocar una rueda de prensa en la que negaron haber recibido notificación alguna de parte de la CIA, aunque admitieron que sí llegó a sus manos el pasado 25 de mayo un aviso «de otras fuentes». Forn subrayó en este punto que la advertencia fue estudiada y analizada y, finalmente, se concluyó que tenía «muy poca credibilidad». El conseller y el mayor de los Mossos trataron de diluir la importancia de esta alerta porque se reciben «decenas y decenas».

Tanto Forn como Trapero dedicaron la primera parte de su intervención a lanzarse duros ataques contra la información publicada por «El Periódico», medio de comunicación al que acusaron de «acosar a los Mossos desde los atentados». Visiblemente nervioso y desafiante, Trapero rechazó nombrar a esas «otras fuentes» que facilitaron a los Mossos el aviso de Las Ramblas y simplemente se dedicó a desmentir que la comunicación procediera de la CIA. «Yo no revelo mis fuentes, al igual que ustedes», dijo a los periodistas en la sala.

El conseller de Interior y el mayor de los Mossos insistieron en varias ocasiones con el propósito de justificar esta alerta oculta que cada semana se examinan «decenas y decenas de avisosamenazantes», y además, según dijeron, referentes a tipos de actos muy diversos pero particularmente relacionado con presencias multitudinarias.

Tras insistir en este relato, Forn trató de cubrirse las espaldas implicando a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ya que, destacó, el aviso recibido por los Mossos se examinó junto a ellos y no fue objeto de alarma en la última mesa conjunta de evaluación antiterrorista.

Trapero confirmó que los Mossos recibieron el 25 de mayo recibieron el aviso sobre un posible atentado en el centro de Barcelona, pero insistió en que no procedía de la CIA ni del National Counterterrorism Center (Nctc), ambos mencionados en la información publicada por «El Periódico».

Forn insistió en que la Policía Autonómica «no mantene ningún tipo de contacto con la CIA», relaciones que, según dijo siempre se realizan a través del Estado». Remarcó, además, que tras los citados avisos, pese a que tenían «poca credibilidad», se reforzaron las medidas de seguridad en el centro de la capital catalana.

Una y otra vez, Trapero insistió en el mismo argumento. «Era un aviso de muy baja fiabilidad, no se evaluaron los avisos como algo fiable en las dos mesas de evaluación de la amenaza terrorista», dijo. Estos avisos, explicó, no se interpretaron como una alerta terrorista, e incluso no se comentó nada en una de estas reuniones, celebradas entre finales de mayo y principios de junio, en las que llegó a participar el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Tampoco comentaron nada en la Junta de Seguridad de Local de Barcelona, celebrada recientemente

El conseller de Interior y el mayor de los Mossos concluyeron su intervención realzando en todo momento la labor de la policía catalana y con un feroz ataque «a los medios que intentan ensuciar nuestra labor». En ningún momento se desprendió de sus palabras algo parecido a la autocrítica por el papel de la policía catalana.