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Alfonso Ussía: adiós al patriarca discreto que convirtió su legado familiar en literatura
El escritor muere a los 77 años dejando una herencia literaria marcada por la ironía, la discreción y un inesperado vínculo con la Casa de Borbón

La muerte de Alfonso Ussía, ocurrida este 5 de diciembre en Ruiloba, el refugio cántabro donde llevaba años retirado, marca el final de una de las voces más particulares del periodismo español. Tenía 78 años y un legado que trasciende apellidos, genealogías y títulos nobiliarios… algo que, en su caso, no era precisamente fácil de esquivar.
Heredero de una estirpe que parecía sacada de una novela histórica -hijo del conde de los Gaitanes, nieto del dramaturgo Pedro Muñoz-Seca y sobrino de Milans del Bosch-, Ussía supo convertir esa mochila aristocrática en una fuente inagotable de humor. En sus libros protagonizados por el marqués de Sotoancho, retrató con ironía quirúrgica un universo de nobleza anacrónica que conocía de primera mano. Pero la caricatura nunca fue burla cruel; Ussía jugaba a reconocerse y reírse de sí mismo mientras retrataba, con pluma ligera, los últimos suspiros de un mundo que se extinguía.
El periodismo, su hábitat natural
Sus primeros pasos fueron poéticos, envueltos en sátira, antes de que el periodismo lo reclamara sin necesidad de títulos universitarios. Aprendió en la calle, en las redacciones, en el fragor de la opinión diaria. Su humor encontró en los periódicos su hábitat natural. Con el tiempo, su nombre dejó de remitir a linajes para convertirse en marca propia.

Pese a su presencia constante en el espacio público, Ussía cultivó una vida privada hermética. Se casó con María del Pilar Hornedo Muguiro, tan discreta como él, y juntos formaron una familia de tres hijos que siempre se movió lejos del foco. Hasta que, inevitablemente, surgió el apellido Borbón. Cuando su hijo Bosco se casó con Alejandra de Borbón, la discreción se diluyó en un enlace lleno de rostros ilustres como Naty Abascal, Cari Lapique o Jaime de Marichalar. Aquella boda fue un recordatorio de que, aunque intentara escabullirse, el mundo aristocrático seguía orbitando cerca.
Bosco y Alejandra se separaron en 2018, pero el peso mediático nunca recayó sobre Ussía, que mantuvo su refugio emocional a raya. El gran heredero literario fue su otro hijo, Alfonso J. Ussía, hoy columnista y escritor, quien ha despedido a su padre con un texto emotivo en "ABC". "Leyéndote supe quién eras; escribiéndote puedo decirte adiós", le dedicó, con esa mezcla de lucidez y ternura que a su padre le habría enternecido… aunque quizá jamás lo habría admitido.
En ese mismo homenaje, el hijo recordó a los ocho nietos del escritor, los mismos que -según escribe- "pierden la inocencia de la tristeza", incapaces de retenerlo un poco más.
Y aunque Ussía siempre despreció el sentimentalismo, su obra termina teñida de él. No solo por los premios que acumuló Mariano de Cavia, González-Ruano, Jaime de Foxá, Baltasar Ibán- sino por las últimas líneas que dejó en prensa: una dedicatoria orgullosa a su hijo menor por seguir sus pasos.
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