La acusación de Diana Quer lucha por la permanente

Se acaba el tiempo de mostrar pruebas y tratar de convencer al jurado. La fiscal y la acusación particular del caso Diana Quer aprovecharon ayer la lectura de sus conclusiones finales para agarrarse a todos los resquicios posibles y luchar por convencer al jurado popular que el único acusado, José Enrique Abuín, cometió un delito de agresión sexual previo al asesinato de la joven madrileña en agosto de 2016. Primero lo hizo la fiscal, Cristina Margalet, apelando al «sentido común» del jurado que se prevé comience a deliberar mañana. Margalet dijo que Abuín actuaba por «pura maldad». «La vio, la siguió, la rebasó, la esperó en el cruce y la acorraló en esa esquina», dijo refiriéndose al informe del GATO de la Guardia Civil, que dejó claro que no había sido abordada donde indicó «El Chicle».

Que Diana fue asesinada con una brida no se duda, a tenor de lo que explicaron los dos equipos de forenses. Eso sí, los ocho apreciaron un móvil sexual, el problema es que hubo un equipo que, según explicó, no podía probarlo, lo cual no excluía la violación, como dejaron claro. Pero, tanto la fiscal como la acusación particular, ejercida por el letrado Ricardo Pérez Lama, se agarraron a la tesis del doctor Pampín, que apreció un edema en las partes íntimas de la víctima. También destacó la fiscal que Abuín pudo usar un preservativo, como hizo «con su cuñada Vanessa» y Pérez Lama insistió en que la acumulación de indicios, como en el caso Asunta (y tantos otros) han sido suficientes para probarlo. Y es que si no hay móvil sexual ¿para qué llevó a Diana viva a la nave? La abogada del «Chicle», Fernanda Álvarez, hablará hoy y probablemente también él haga uso de su derecho a la última palabra. Ella ha modificado su escrito de conclusiones finales y ha subido de homicidio imprudente (2,5 años) a homicidio doloso si se prueba que él sabía que, ejerciendo esa fuerza, podía matar.